Título: Agencia Lockwood (II). El espejo perdido.
Autor: Jonathan Stroud
Sinopsis: Hace seis meses Anthony, Lucy y George lograron sobrevivir a la casa encantada más aterradora de Inglaterra, pero la Agencia Lockwood aún tiene mucho trabajo por delante: los fantasmas y los sucesos misteriosos nunca se acaban. Además, siguen compitiendo contra los agentes de Fittes, que no deja de entrometerse en sus casos.
En esta ocasión, la Agencia es elegida para investigar la tumba de Edmund Bickerstaff, un siniestro doctor que en vida intentó comunicarse con el Más Allá. Una vez allí, todo va mal: un fantasma es liberado, una peligrosa reliquia desaparece del ataúd y, por si fueran pocos problemas, los tres agentes tienen que lidiar con una calavera parlante…
Editorial: Montena
Número de páginas: 489
«Tienes que leerlo» insiste Rick Riordan.
Querido Riordan, basta de mentiras. ¡No me obligues a lavarte la boca con jabón! Atte.
Lyra.
Si leíste mi primera reseña sobre la Agencia Lockwood, sabrás que de antemano que no recomiendo este segundo libro. Y en esta reseña seguiré manteniendo esa postura. Sin embargo, me parece que empezar una trilogía y quedarse en el primer libro no es algo fácil. Después de leer
Los Visitantes seguramente tendrás curiosidad por la continuación y nada de lo que yo te diga podrá quitarte ese gusanillo. De ser este tu caso, a pesar de la habitual parte sin spoilers, mi recomendación es que no leas nada a partir de aquí. Primero júzgalo tú mismo/a y luego vuelve a verme llorar [
R: Lyra es tan buena que nos quita visitas].
¿Todo claro? Empecemos.