Señal de advertencia

¡Bienvenidos, mortales!

Mi nombre es Frederika, Rika para los amigos, lo cual no sois ninguno de vosotros así que no os atreváis a llamarme así. Soy una aprendiz de bruja con tiempo libre —no es como si no hubiera intentado presentarme a los exámenes, pero consideran que soy demasiado joven para pasar unas pruebas tan duras. Pamplinas—. Mi conocimiento es muy adelantado para alguien de mi edad, ** años (¡pero qué! ¡No se pregunta la edad de una señorita!). Por eso he decidido demostrar que ya soy una bruja, incluso sin certificados inútiles, y por eso vine a visitar a Green.

Tenemos un acuerdo tácito [G: Qué va, no lo tenemos] por el cual yo cuido de ella con diversas tareas desagradables y a cambio yo obtengo restos de su valioso cuerpo y comercio con sus valiosas propiedades mágicas. En fin, que ya que no tenía mucho más que hacer opté por organizar sofisticados debates con Green y Lyra para pasar el tiempo. Y aquí estamos...

Cedo la palabra a mis compañeras.

¡Hola, niños míos! Yo soy la maravillosa y encantadora [G: ¡Mentira!] hada Lyra. Al contrario que la pequeña Rika, no tengo tiempo libre porque quiera. Veréis, me estoy escondiendo de críos malvados y aborrecibles que quieren quitarme la poca libertad de la que dispongo para que cumpla sus deseos, les libere de sus maleficios o les ayude a cumplir sus sueños. ¡Menuda cara tienen! Después de tantos años, a estos ahijados no les doy ni agua. Me han acogido en esta bonita mazmorra a cambio de que les haga algunos apaños. ¡Espero que no seáis como ellos!

Pues yo soy Green Lindragón, la dragona de la mazmorra y estoy aquí por gusto propio. Encontré este sitio de joven y pensé que sería buena idea quedarme a pasar el rato —y huir de los fabricantes de bolsos—. Claro que el rato se ha hecho muy largo y llevo siglos aquí metida. No es que me importe mucho, la verdad. Con el paso de los años la gente de los alrededores empezó a traer libros como pago para que no saliera y me comiera a nadie. No sé por qué pensaban que me comería a cualquiera de ellos, les he echado un vistazo y están flacos como palos.

A lo que voy es que a raíz de eso, me aficioné a la lectura y decidí quedarme para ver cual sería el siguiente libro que me traerían. ¡Y aquí estoy, conviviendo de repente con una bruja demasiado joven para ser bruja y un hada que… deja bastante que desear de lo grosera que es.

Esas somos nosotras. Nuestra intención es exponer opiniones particulares de los libros que pasan por nuestras manos en busca de entretenimiento y suscitar debates si así os apetece a los lectores, además de recomendar lecturas y ofrecer algún que otro articulillo de tema variado.

Queremos recordar que ninguna de las tres es profesional, simplemente nos gusta leer —y tenemos tiempo libre— así que podemos cometer errores. Esperamos aprender con vosotros y que disfrutéis del paso por esta mazmorra.

¡Saludos!