Recordatorio

No somos profesionales, simplemente nos gusta leer y tenemos tiempo libre, así que a veces cometemos errores.

domingo, 15 de octubre de 2017

Reseña: Todas las horas mueren, de Miriam Beizana Vigo

Título: Todas las horas mueren

Autor: Miriam Beizana Vigo

Sinopsis:

El Café de Fontiña se ha convertido en el alma de una villa. Allí, las horas parecen eternizarse. Las tazas están siempre a rebosar, las estanterías plagadas de libros y en la barra lucen siempre unas flores vivas y frescas.
Tras dos décadas, la anciana dueña, Olivia Ochoa, no encuentra motivos suficientes para levantarse y seguir manteniendo la esencia de su Café. Las horas pasadas, como almas perdidas, regresan a su presente y le anuncian que su final no tardará demasiado.

Pero todavía no.
Porque Dorotea llamará a su puerta, como lo hizo Laura, como lo hacen los fantasmas. Y el tic-tac de la escritora deberá seguir sonando, porque sus horas no están resueltas a terminarse.

Editorial: (Nope)

Número de Páginas: 167.


¡Bienvenidos a la Mazmorra! Frederika a vuestro servicio. Esta vez traemos la novela autopublicada de doña Beizana, que nos ha cedido un ejemplar muy amablemente. 

Todas las horas mueren es una obra curiosa, que combina virtudes con algunos problemas de maduración de escritura. Encontramos dos historias paralelas, la de la anciana escritora Olivia y la joven maltratada Dorotea. Sus vidas se unen al final de una y el inicio de la otra en el Café de un remoto pueblo de Galicia. Entonces se ayudan a sanarse la una a la otra (hasta cierto punto).

Ambas narraciones están en tercera persona, si bien a veces tenemos fragmentos de los escritos de Olivia en primera (y alguna carta de Laura, el antiguo amor de Olivia. ¡Sí, personajes queer!). En realidad, la historia transcurre en el presente de los personajes pero alterna capítulos que viajan al pasado una y otra vez para explicarnos quiénes son y cómo han llegado a la situación en la que se encuentran.

Lo más curioso es que emplea el recurso de Pulp Fiction o de Tomates verdes fritos —entre otros— para formar una estructura que deje con más ganas de leer. Es decir, presenta escenas cortas alternándolas en diferentes momentos cronológicos, y así dar la impresión de que se cuenta algo más «grande». No es que sea un mal recurso; si contáramos en orden historias simples como las que conforman la mentada película, no tendrían la misma gracia que cuando se une todo al final y chasqueas los dedos porque, ¡ajá!, ahora todo tiene sentido.
.... en mi cabeza parecía más simple
El problema es que se trata de algo que se emplea cuando hay muchos personajes con tramas diferentes que se cruzan una y otra vez —es algo que hizo el anime de Baccano! y que, personalmente, creo que mejoró mucho la historia en comparación con la narración más plana y lineal de las novelas— y aquí solo tenemos a dos personajes y una serie de secundarios que no se profundizan. Tampoco es que sea necesario, pero me resulta extraño que se dé a entender que se va a contar algo y nunca se nos muestre de verdad más allá de lo básico.

Esto se debe a que se siguen las desgracias de Olivia y Dorotea, ya que ambas han pasado por sus graves calvarios, pero diría que le falta mucho repaso: la reiteración está bien una o dos veces, pero para ser capítulos tan cortos llega el momento en que quieres saltar en el asiento porque ya ha dicho eso hace una página. No solo eso sino que casi todos los capítulos de Dorotea giran entorno a una escena concreta —cuando decide dejar a sus padres y su maltrato— y siento que se ha perdido mucho de su personaje.

Diría que la historia es el inicio de una más larga y que el final es apresurado y poco trabajado. No llega a ser un continuará, pero sí un corte en el esfuerzo por desarrollar los cambios de Olivia hacia Dorotea. Por ejemplo, pasa de tratarla mal a hacerlo con verdadero aprecio, pero la narrativa no nos muestra el cambio ni tampoco cómo la segunda gana algo de autoestima. Doña Beizana corta de lleno porque han llegado la punto que quería, pero el camino se lo ha comido. Técnicamente no es que sea obligatorio, porque el punto de la historia es que ambas se han encontrado y entonces las cosas comienzan a ir mejor porque se necesitan. Pero no se muestra por qué se necesitan tanto. Por qué sus personalidades pueden curarse la una a la otra, ya que la narración está muy ocupada en el pasado. Cuando se pone tanto énfasis en el pesimismo, en lo difícil que es encontrar un futuro, una salida, en aprovechar los momentos que se nos han dado sobre la tierra, parece una idea cuanto menos torpe no dedicarle el tiempo que se merece a la construcción de algo mejor. En especial cuando uno de los mensajes es [R: imaginad la voz de Gandalf] «sí, el tiempo que se nos ha concedido merece la pena, incluso si es solo al final».

Como he dicho, la narración es en tercera persona y, en general, introspectiva. Diría que la autora se esfuerza mucho en ser poética, en tener una prosa refinada y bien cuidada. A menudo le funciona. Luego llegan las ocasiones en que insiste una y otra vez en una idea, como si tuviera miedo de que no hubiera quedado lo suficiente clara. Es una lástima que no haya un poco de más confianza en el texto, porque las escenas donde no hay tanta introspección filosófica (y con ello no quiero ridiculizar la idea, simplemente decir que están muy sobresaturadas) se leen bastante bien y los personajes parecen más naturales. Hay escenas realmente desagradables y que van directas al corazón y funcionan porque no se andan mucho por las ramas. La tensión del régimen franquista, el miedo por una mujer embarazada, el temor a la hora de pedir auxilio a desconocidos, el ambiente de pueblo. Todo está muy bien logrado. Pero cada escena de reflexión parece demasiado enfocada a resaltar algo que puede verse de forma más breve. Por ejemplo, se recurre a los escritos de Olivia en primera persona para plasmar sus elaborados pensamientos. Y son exageradamente largos. No se sigue mucho la idea de que cuanto más breve, mejor.

El esfuerzo por escribir de forma bonita, por cierto, se ve en un ejemplo que deja claro lo contraproducente que puede ser este esfuerzo: la escritura de Laura —un personaje bastante importante— y Olivia no se diferencian en nada. Si se pusieran lado a lado las cartas o los diarios de ambas, no distinguiríamos más que algo del tono entre ambas. Falta personalidad en la escritura, se nota demasiado que es la autora quien pone las palabras en boca de los personajes y no son ellos quienes hablan.
Por eso, en mi opinión, es en la introspección donde la historia deja de ser una historia y se torna demasiado en reflexiones. No me malinterpretéis, uno puede escribir lo que quiera y si es la intención, bienvenida sea. Pero si creas unos personajes, la idea es que sean coherentes y mantengan su propia personalidad. Hubiera sido tan bonito si las voces de Laura, Olivia y Dorotea fueran más propias a la hora de narrar y de presentar las reflexiones que nos quería hacer llegar la autora.

También habría estado bien alguna escena más alegre para que doliera más el desenlace (pero cómo me gusta sufrir, por Medea)
Y, hablando de escritos; se supone que Olivia es una escritora famosa de cuentos, bastante conocida en España. Sin embargo, nunca sabemos nada de ese contexto y la historia no parece ponerse de acuerdo sobre si fue mediocre, si perdió rápidamente esa fama durante su exilio a Latinoamérica o qué sucedió. Y es una pena que no haya más detalle porque Olivia se dedica a descargar su amargura en sus escritos y nos falta saber más de ella para comprenderla bien [R: de forma, cómo decirlo, no abstracta. Sabemos cómo es, pero no hemos seguido su viaje].

En definitiva, Todas las horas mueren es una obra corta, que se lee bastante rápido una vez pasas las primeras páginas y que tiene ideas interesantes. Se queda muy en el aire y le falta más fuerza, estar más pulida y terminada. Con todo, sabe presentar muy bien los ambientes angustiantes y de pueblo. Una vez se pone a ello, puedes visualizar dónde se encuentran los personajes a la perfección. También tiene buenas reacciones y sabe tocar la amargura y el miedo al futuro... y al pasado. A algunos les llegará más que a otros, porque se trata de una novela bastante intimista, pero merece la pena leer.


Otras reseñas:

http://www.libros-prohibidos.com/miriam-beizana-todas-las-horas-mueren/
https://algunoslibrosbuenos.com/todas-las-horas-mueren

2 comentarios:

  1. Hola Rika,
    Sinceramente no se porque no trabajas en una editorial (aunque puede que si lo hagas y yo aquí soltando cosas sin ningún fundamento) porque haces un gran trabajo desarrollando y guiando las ideas que los autores tienen.
    Seguro que este libro sería de cinco estrellas le hubieran dicho a la autora que desarrollara más la relación. Porque ideas buenas se ve que tiene con una amistad femenina entre personas de diferentes edades y la mayor siendo lesbiana con lo que eso da para una historia de fondo.
    De todas formas el libro como esta ahora también parece interesante.
    Saludos.

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    Respuestas
    1. ¡Hola Meri!

      Ayyyy, jo. Eso sí que ha sido bonito y me ha llegado a la patata. Muchísimas gracias por decírmelo (y pensarlo, vaya). No, ya me gustaría trabajar con una editorial, sería super bonito hablar con autores/as, descubrir joyitas, y moverse por ese mundo... Quizás algún día. Con muchísima suerte.

      Síiii. Es una verdadera lástima que no tocara el camino porque, la verdad, tenía muchas ganas de ver cómo las dos personalidades irían cambiando poco a poco <3. Sí que es interesante y planta buenas ideas, yo le daría una oportunidad porque además es cortito y se lee en un flus.

      ¡Muchas gracias por pasarte, como siempre!

      Atte. Rika~

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