Recordatorio

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lunes, 15 de junio de 2020

Reseña: El recuerdo del pasado de la Tierra, de Cixin Liu


¡Bienvenidos a la Mazmorra! Soy Quirón y, una vez más, vuelvo con una obra de ciencia ficción.

En los últimos años se ha producido un gran revuelo en España por la traducción de la obra magna de Cixin Liu, la trilogía de El recuerdo del pasado de la Tierra. Igual os suene más El problema de los tres cuerpos. Le pasa algo parecido a Canción de Fuego y Hielo, donde la obra es más reconocida por el título de su primer libro que por el de la saga. 


Título: Trilogía de los Tres Cuerpos: El problema de los tres cuerpos, El bosque Oscuro y El Fin de la Muerte.

Autora: Cixin Liu.

Sinopsis: 1967: Ye Wenjie witnesses Red Guards beat her father to death during China's Cultural Revolution. This singular event will shape not only the rest of her life but also the future of mankind.
Four decades later, Beijing police ask nanotech engineer Wang Miao to infiltrate a secretive cabal of scientists after a spate of inexplicable suicides. Wang's investigation will lead him to a mysterious online game and immerse him in a virtual world ruled by the intractable and unpredictable interaction of its three suns.

This is the Three-Body Problem and it is the key to everything: the key to the scientists' deaths, the key to a conspiracy that spans light-years and the key to the extinction-level threat humanity now faces.

Editorial: Nova.

Número de páginas:  2070.

He hablado ya de Cixin Liu con su antología de ciencia ficción La Tierra Errante, y tengo que decir que todos los pros y contras que mencionaba en esa reseña se replican en esta trilogía. Sólo que se extiende en algo más de 2000 largas páginas, en vez de las 400 de la recopilación de relatos, algo que decanta la balanza hacia el lado de las partes negativas. Así que perdonadme si hay algunos puntos donde me repito respecto al anterior artículo, pero hay ciertos elementos de la narrativa de Liu que, aunque son perdonables en un relato corto, en toda una saga de novelas acaban lastrando la lectura. 


En El recuerdo del pasado de la Tierra se cuenta cómo la humanidad toma contacto por primera vez con una civilización alienígena, los trisolarianos, y la amenaza que supone su existencia. La gente de Trisolaris viene de un mundo que, como su nombre sugiere, orbita alrededor de tres soles. Se trata ni más ni menos de un concepto astrofísico existente que pone nombre al primer libro de la saga, el problema de los tres cuerpos.

La singular existencia de este sistema solar hace que el planeta Trisolaris se vea azotado por una inestabilidad brutal en la que el planeta queda completamente inhabitable durante cientos, miles o millones de años debido al extremo calor o frío que genera la errática órbita de los soles. Por ello, la vida inteligente ha logrado evolucionar para “sobrevivir” a estos periodos devastadores. El concepto es original e inteligente, y muy bien llevado por Liu. Se nos cuenta muy poco sobre ellos (Q: Me imagino que por la imposibilidad de argumentar su existencia fisiológica con datos realistas, cosa que Liu intenta hacer siempre que puede), pero parte del misterio de cómo son forma parte de la gracia de la trilogía.

Este primer libro, obviando las tremendas diferencias, me recuerda muchísimo a la saga de los Heechee de Frederik Pohl. En su serie de novelas que comienzan con el fenomenal Pórtico, también encontramos señales de una especie alienígena fisiológicamente distinta a la humanidad, y el misterio de su cuerpo forma una enorme parte de lo que compone el libro. Después, aunque tomen caminos distintos, en ambas sagas el enemigo final a enfrentar termina siendo invisible. Una fuerza inmensa comparable a un dios que amenaza con acabar con todo lo que conocemos.

A diferencia de culturas con las que estamos más familiarizados donde existe un Ragnarok o un Juicio Final, en la civilización China solo existe el mito de creación del mundo. Así que es curioso que Liu trate, como comenta en esta entrevista, el Apocalipsis. Así que debemos cambiar el chip y mirarlo desde otra perspectiva. Porque al final es lógico que en una cultura donde no existe ese concepto del fin del mundo y en el que la literatura del país ha estado aislada del resto del mundo durante su desarrollo, encontremos tan ausente el tema tan recurrente en occidente que es el Apocalipsis

Así que crear una trilogía entera con ese concepto como pilar fue difícil para Cixin Liu. Y más en El Fin de la Muerte, el libro que cierra la trilogía, donde no solo la humanidad se enfrenta al fin de su planeta, sino al fin del universo conocido.

Pero no nos adelantemos, y no spoileemos más de la cuenta.


Volviendo a la novela, podemos ver que los trisolarianos y su sociedad son interesantes, y el hecho de nunca acabar de introducirlos me gusta. Porque El problema de los tres cuerpos no va sobre ellos, sino sobre la humanidad.

Por desgracia.

Esta es una de las cosas que ya comenté en mi análisis sobre La Tierra Errante, pero el factor humano es uno de los puntos flacos —si no el que más— de Cixin Liu. Sus personajes son demasiado olvidables para ser unos protagonistas con tantísimo peso e importancia. Incluso los que logran sobrevivir o, al menos, ser recordados durante los tres libros, son planos como una hoja de papel —una que tendrá importancia al final de la trilogía, je—. Luego están los que, a pesar de haber cumplido un rol bastante importante, desaparecen por completo. Se me ocurren un par de ellos, que no mencionaré por no destripar, que me tuvieron rascándome la cabeza preguntándome dónde demonios fueron a parar durante los dos últimos libros.

Las consecuencias de ello son tristes. No me importó lo más mínimo lo que le pasaba a la humanidad ni a ninguno de sus personajes. Como mucho, veía con curiosidad cómo iban a salir de las situaciones tan adversas a las que se enfrentaban. Porque, obviamente, tenían asegurada la supervivencia (Q: Saber que hay varios libros estropea un poco la experiencia al principio). Aunque se enfrenten a las peores de las situaciones, la narrativa va enfocada a que los humanos van a ganar. O a sobrevivir, al menos.

Por suerte, las formas de sobreponerse a las dificultades me parecen muy inteligentes en su mayoría —hay un par bastante estúpidas, como el plan de los vallados, o el último libro en general—. Por ejemplo, lo que da nombre al segundo libro, El bosque Oscuro, me parece uno de los conceptos más increíbles y alucinantes de la ciencia ficción moderna. Además a pesar de que parece ser invención de Liu, a diferencia del problema de los tres cuerpos, sigue pareciendo terriblemente realista. Y tiene mucho mérito que un autor te haga creer en algo que no es real. Ese es el motor que me ha mantenido pendiente y relativamente enganchado durante los tres largos libros.

Pero tenemos una de cal y otra de arena. Si el final de El bosque Oscuro me parece excepcional, donde presentan el significado del título y la trama por fin explota después de unas buenas 400 páginas de, lo siento, incomparablemente aburrimiento, sabe a poco y deja un regusto amargo. Estos libros serían enormemente mejores si tuvieran la mitad de páginas.

Después de todo esto, me veo en una posición complicada. ¿Lo recomiendo? Pues, aunque he mencionado puntos positivos, creo que es más que obvia la dominancia de los negativos. Y aun así le recomendaría el primer libro a todos los amantes de la ciencia ficción. Es una prueba más que suficiente para saber si de Cixin Liu te va a enganchar. Es el más equilibrado de los tres, y tiene el mejor comienzo. Te atrapa desde el principio, y es más tarde cuando es posible que surja el rechazo (Q: O el aburrimiento). Al menos, es posible que os quedéis con ese regusto dulce del principio.

Lo que sí debemos remarcar es su importancia. La ciencia ficción en China ha sido un género muy maltratado (Q: En todos sitios, en realidad, pero el caso de China parece más grave), considerándose y siendo consumido casi de forma exclusiva por jóvenes. De hecho, hasta finales del siglo pasado este género se centraba demasiado en la palabra ciencia y dejaba de lado la ficción, el humanismo y los personajes, para vender así la ciencia y el progreso. No fue hasta los años ochenta cuando la ciencia ficción occidental empezó a influir a los escritores chinos para renovar esas preguntas filosóficas que habían dejado atrás hace tiempo.

Qué pesa más, ¿la ciencia o la ficción? A partir de ahí, el género empezó a evolucionar e innovar, hasta llegar a lo que se supone que es hoy en día. Mi incursión en la ciencia ficción china es todavía muy superficial y me baso en palabras de los propios autores, pero El problema de los Tres Cuerpos ha sido el mayor éxito de la literatura del país en muchísimo tiempo. Ha hecho que mucha gente se tome en serio la ciencia ficción, como algo que puede ir más allá.

Los conceptos del libro pueden no ser reales y alejarse por completo de la ciencia que conocemos, pero puede dar alas a que científicos, o futuros científicos, descubran nuevas leyes y conceptos de la física. ¡Incluso Li Mao, un cosmólogo chino, ha escrito un libro analizando la ciencia del libro! Su importancia es tremenda. Sin tener en cuenta si su lectura ha gustado más o menos. Pero la onda que ha creado su publicación se extiende mucho más allá del horizonte, a la velocidad de la luz.

1 comentario:

  1. Se dedica mas que nada a relatar las purgas de la revolución China de Mao y sus fanaticos guardias rojos, y es bien entrado el libro que no entra en la ficción, y parece mas ciencia, hablo del primer tomo de la trilogía.

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