Recordatorio

No somos profesionales, simplemente nos gusta leer y tenemos tiempo libre, así que a veces cometemos errores.

sábado, 28 de marzo de 2020

Análisis: Binti de Nnedi Okorafor




¡Bienvenidos a la Mazmorra! Soy Rika y vengo con Quirón y K'sar a compartir los resultados de nuestra lectura conjunta de Binti.

Título: Binti

Autor: Nnedi Okorafor

Sinopsis: Su nombre es Binti, y es la primera de los himba a la que se le ha ofrecido una plaza en Oomza Uni: la mejor institución de enseñanza superior de la galaxia. Aceptar esta oferta significará abandonar su casa, su familia y viajar a través de las estrellas entre extraños que no comparten su forma de ser ni respetan sus costumbres. Lo que Binti no sabe es que el conocimiento le costará caro. Una sanguinaria raza alienígena, las medusas, amenazan su viaje y, para poder sobrevivir, necesitará la ayuda de su pueblo y de la sabiduría contenida en la Universidad.

Editorial: Crononauta

Número de Páginas: 61


Antes de que sigáis, os dejamos por aquí una reseña de Goodreads que, en nuestra opinión, resume bastante nuestras impresiones.

Dicho esto, ¡allá vamos!



Como muchos antes que yo, me acerqué a Binti por curiosidad. La novela (corta) ha recibido dos grandes premios, el Hugo y el Nebula, y la gente habla maravillas de ella. Reconozco que el argumento no me llamaba en particular, pero aun así seguía queriendo echar un vistazo… Así que decidimos hacer una lectura conjunta en la Mazmorra.

Ay, Medea.

Un poco como ocurrió con mi nada popular análisis de Justicia Auxiliar, me temo que no consigo entender por qué ha triunfado tanto Binti. Siendo directa, parece un borrador sin corregir.

A las dos páginas de empezar Binti, me quedó claro que en este caso desfilaríamos por el nada agradable (aunque necesario) camino del racismo. He leído ensayos interesantes acerca de la aproximación social de doña Okorafor hacia la sociedad blanca, desbordantes de pesimismo, pero más allá de que sea un comentario sobre la integración…

Hablar de un tema duro, real y complejo no implica de inmediato que una obra sea buena. Ojalá. Eso significaría que Orson Scott Card es un escritor pésimo porque sus novelas son racistas, con tintes homófobos y mucho más.

Binti tiene todo lo necesario para ser entretenida y, además, buena. Pero se queda en las primeras fases del camino. Porque, como digo, es un borrador. Para asegurarme de que no estaba ante un problema de traducción, he leído fragmentos en inglés. Resulta evidente que el estilo atropellado y repetitivo no se atraganta tanto en la lengua original. Sin embargo, no es excusa. Binti está narrado en primera persona, tiene solo 54 páginas [R: 60 si lo pasas a pdf para asegurarte de que todos los miembros de la Mazmorra tengamos un mismo formato] para contarte una historia, y la mitad del tiempo está repitiendo una y otra vez ideas. Como dicen en literatura: ad nauseam.

Así, por ejemplo, en la página 6 nos enteramos de que Binti es la única himba que ha ido a una lanzadera:

Yo era la única himba en la lanzadera.

Poco después, en la página 7, se expande esta idea:

Los himba no viajamos. No nos movemos. Nuestra tierra ancestral es vida; si te alejas de ella, te apagas.

Y uno diría que con esto suficiente. Pero no. En el mismo párrafo se añade

En el aeropuerto de despegue, la mayoría de personas eran khoush y había otras pocas que tampoco eran himba.

Cosa que es lógica si es la única himba que abandona su pueblo. Pero en la página 12:

Era la única himba de la nave entre quinientos pasajeros.

Y en la página 13:

Ningún himba ha asistido jamás a Oomza Uni, por lo que no resultaba sorprendente que fuera la única en la nave. (…) Aunque yo destacaba como himba…

En la página 17:

Dele había bromeado con que, si iba, al menos no tendría que preocuparme por las medusas, porque sería la única himba de la nave. (…) Yo era la primera himba en la historia a la que le concedían el honor de ser aceptada en Oomza Uni.

Y eso es solo un ejemplo. Podría añadir todas las repeticiones sobre que los himba no abandonan su planeta, sobre cómo la arcilla que se emplea en la cultura de Binti huele a hogar, y un largo, largo etc., pero no acabaríamos pronto.

Sin embargo, he de reconocer que mi ejemplo favorito es cómo la autora no se ha molestado en alterar el orden de las «amigas» de Binti, presentadas siempre igual, con copypaste:

Página 16:
Mis amigas.

Olo, Remi, Kwuga, Nur, Anajama, Rhoden y Dullaz.
Página 16, pocos párrafos después:
Olo, Remi, Kwuga, Nur, Anajama, Rhoden y Dullaz
Página 20:
Imágenes de mis amigas, Olo, Remi, Kwuga, Nur, Anajama, Rhoden, me poblaban la mente.

[R: Pobre Dullaz, ya no merece entrar en la categoría de amiga.]

Y todo esto podría haber sido pasable de no ser porque la narración está… como está. Lo que en un inicio puede parecer caótico porque pretende, como me señaló una compañera, plasmar el nerviosismo de Binti por abandonar su hogar y estar en terreno desconocido… Acaba siendo, simplemente, la forma de escribir de toda la novela. Tendría que poner demasiadas capturas para ejemplificar, por lo que resumámoslo en que un párrafo inicia la descripción de un lugar, se corta para insertar un tema distinto, y después vuelve a la misma descripción, o la retoma páginas después cuando ya se suponía que habíamos pasado a otra cosa. Se me viene a la cabeza cuando Binti entrega su astrolabio, se lo devuelven y entonces se pone a describir cómo se lo habían cogido y examinado.

Binti sufre muchísimo por su falta de espacio para explayarse, y en especial por la mala administración del mismo. Las repeticiones, el terrible ritmo, la presentación de ideas para después no desarrollarlas, contradecirlas u olvidarlas son increíbles en tan poco tiempo.

Así, Binti presenta a un chico blanco con el que la protagonista se encuentra unos dos minutos. Este muchacho, puro amor, le toca el pelo sin pedir permiso porque lo encuentra exótico. Lo cual es muy creepy. A mí me han tocado y olido el pelo sin mi permiso, sé de lo que hablo, y ni siquiera he vivido el aliciente racista.

Pero bueno, el chico muere inmediatamente después con el pecho explotado, cortesía de una medusa. Unos días después, Binti afirma que lo había querido [R: lo cual podría ser PTDS y una racionalización rarísima del trauma, pero para eso tendría que haber un desarrollo que no existe y que pierde su impacto emocional cuando te das cuenta del copypaste de los nombres de estos «amigos» de Binti].  Así pues, la trama establece que Binti tiene una conexión emocional con él y con las amigas muertas.

Y, sin embargo, Binti no opina, no dice nada, cuando el consejo de sabios profesores decide perdonar el asesinato de todos los estudiantes que viajaban con ella, integrar a las medusas en la universidad y, no sé, pasar por alto que venían a destruir el planeta. No tengo palabras para describir lo frustrante que es encontrarse esta situación. Una masacre debe tener peso en la trama, y es suficiente motivo para que Binti tenga que anteponer la lógica a las emociones. Habría sido terriblemente fácil que Binti afrontara una dura elección entre sus emociones por sus amigos y la posición moral de evitar la muerte de muchas más personas. ¡Solo habría tenido que desarrollarse la idea cultural de que los himba no tienen nombre para la guerra!
Mi padre no creía en la guerra. Decía que la guerra era el mal, pero que si la había, la disfrutaría como si fuera arena en una tormenta. Entonces soltaba una pequeña oración a las Siete Deidades para mantener la guerra alejada y otra para sellar sus palabras.
Cuando se incluye algo así y luego se mete uno de cabeza en una historia sobre la guerra entre dos especies distintas y se plantea el papel de Binti como mediadora para evitar una segunda masacre, es que es evidente lo que uno debe hacer. Pero no. Las concepciones culturales de los himba se limitan a su forma de peinarse y de cubrirse la piel. No se aborda nada del tema de la guerra. Es más, al parecer evitar el genocidio es tan fácil como decir que no hay que guerrear, que hay que ofrecer una beca a personas que han participado en el asesinato de docenas y más sin consecuencia alguna (esas amigas tan queridas de Binti dejan de aparecer y ser nombradas, igual que el chico que, en teoría, le gustaba).

No hay negociación, no hay diplomacia ni conflicto al tener una nave llena de cadáveres y habitada por medusas que pretendían asaltar la universidad y matarlos a todos.

Aparte, se ha hablado mucho de lo original que es Binti. Y, ciertamente, tiene ideas curiosas, aunque desde luego no insólitas para cualquiera que haya leído ciencia ficción. En realidad, Binti se acerca peligrosamente a un space opera mágico, con Deus Ex Machina.

Pero hablemos de la originalidad. Al final hay una escena en la que Binti se planta ante un comité universitario de alienígenas y, por algún motivo, encuentra necesario explicarles antes de nada [R: sin ir muy lejos, el motivo por el que está representando a unas alienígenas asesinas] lo que hace su cultura (humana) para mantenerse limpia y peinarse. Esto provoca una risita de un alienígena. La ciencia ficción siempre ha servido para reflexionar sobre nuestra sociedad, y Binti trata una y otra vez el desprecio de los humanos blancos (los khoush) por su cultura himba. Pero también resulta que los alienígenas son… así. Racistas. No especistas, racistas. Y por eso tenemos una medusa opinando que Binti no puede ser humana porque es de color negro.

Entiendo de dónde viene, de verdad, y la deshumanización que refleja del supremacismo blanco hacia gente de color. ¡Es texto, ni siquiera subtexto! ¡Y… me parecería maravilloso (me parece lógico con los khoush, porque la gente es así) en todo menos aliens! Porque estaría *bien* que de vez en cuando sean los blancos quienes tengan una caracterización de alienígena, y no los PoC [R: ya sabéis. Asociar culturas no-blancas a «alienígenas» curiosamente de colores distintos es un poco, eh… Te estoy mirando, Marvel], pero claramente las medusas no son gente blanca. No se las representaría como «dignas», no en el discurso de Binti.

Y es que el problema radica en que Binti no se detiene a ver a una medusa y de pronto, por ejemplo, ve a una rosa y asume que no puede ser de la misma especie aunque el resto sean azules. Lo mismo va para el resto de extraterrestres. A nosotros nos parecería absurdo que un alienígena cangrejo considerara inferior a otro de su misma especie pero que tiene manchitas en el caparazón o las patitas más grandes o lo que sea. Pues eso. Como no hay espacio para desarrollar ni justificar nada, el racismo solo es creíble cuando plantea a personajes humanos con características coloniales y un claro desprecio hacia tradiciones ajenas. Cuando se mete en medio del especismo [R: las medusas no consideran que los humanos sean más que una suerte de cosa-animal. Eso es normal y esperable, y viceversa con los humanos hacia las medusas] es… ¿Qué diantres?

Quiero pensar que todos estos problemas son por falta de espacio, por querer enarbolar una idea y no sentarse a que te hagan un beteo duro para presentarlo bien, de forma clara y lógica.

Pero el resultado es que no puedo tomarme en serio Binti. Las ideas están ahí.

El desarrollo, no.

En especial cuando, hace nada, brotó una polémica porque las primeras páginas del ganador del Premio Planeta eran repetitivas y estaban mal escritas. Se sacaron artículos destacando estos problemas, se compartieron por internet.

Ahora no dejo de preguntarme por qué se hace con esto y no con libros como Binti, que solo necesitan un repaso o dos para que al menos la lectura sea fluida.

Y antes de marcharme, os dejo por aquí mi parte favorita:

Al caer al suelo, el edan produjo un suave pop, rodó dos veces y se detuvo. Acababa de firmar mi sentencia de muerte. La cabeza comenzó a pesarme… y todo se volvió oscuro.

[R: Lo cual, normalmente, indica sumirse en la inconsciencia. Pero acto seguido viene un largo párrafo de reflexión sobre las medusas y solo entonces sigue con esto:]

Sentí el aguijón hundirse en mi columna justo antes de desmayarme y justo después de hacer aparecer una feroz línea de corriente que dirigí hacia el edan. Un dolor atroz. Y me marché. Los dejé, abandoné la nave. Podía oír el canto sin palabras de la criatura; sabía que cantaba para mí. Dediqué mi último pensamiento a mi familia y deseé que les llegara.

[R: no dejo de preguntarme que, si puede copypastear los nombres de las amigas, qué le costaba presentar la reflexión en primer lugar, poner que cae y nota el aguijón y luego cerrar con la frase de la oscuridad. Para que sea todo un poco coherente con la acción, digo yo.

Qué le costaba.

Mucho, visto lo visto.]





Abordé Binti con cierta ilusión. Durante los últimos años he leído infinidad de comentarios positivos sobre esta historia. Los premios y nominaciones que acumula y todas las reviews a favor desde luego la pintaban bien. Y… nada más lejos de la realidad.

Lo que al final me he encontrado, son unas 60 páginas de texto poco fluído, confuso y lleno de incoherencias. Y repeticiones. Muchas. Repeticiones.

¿Hay partes que me han llegado a gustar? ¡Por supuesto! El tema central de la obra es algo muy importante que se debe comentar y criticar: la discriminación y opresión. La diferencia de culturas y la aceptación mutua entre unos y otros. Son ideas buenas y valientes en un mundo como en el que vivimos. Y, ¡gracias! Por una vez, el protagonista no es un señor blanco norteamericano. Peeeero… es una pena. Su ejecución es terrible.

Porque si pasamos a las partes malas… son tantas que no se ni por dónde empezar. Casi que me sale más a cuenta escribirlas en papelitos, lanzarlas entre las hojas y escoger una al azar. Así que vamos a ver… ¡las matemáticas! El hecho de que Binti sea una matemática excelente, la mejor entre su tribu, guay, perfecto, ME GUSTA. Pero… ¿era necesario repetirlo cada dos páginas? Las matemáticas son importantísimas y están prácticamente en cada rincón que miremos. Arquitectura, informática, ingeniería… pero en Binti, no. Para ejemplificarlo, comento dos partes que, debo confesar, me sacaron una carcajada de lo absurdas que eran:

Unas medusas alienígenas masacran a toda la nave delante de Binti. Como resulta lógico, está profundamente perturbada por lo que acaba de presenciar —aunque no durará mucho—, así que para aclarar sus pensamientos, piensa en ecuaciones complejas, como si utilizarlas de esa forma fuera a resolver la situación en la que se encuentra. Bien. El problema es que esas ecuaciones son… «V - E + F = 2, a^2 + b^2 = c^2» (p.19). La Característica de Euler y el Teorema de Pitágoras. No… no son NADA complicadas. Son muy básicas y todos las hemos estudiado en secundaria. ¿No era la mejor matemática de su tribu? Insertar aquí una ecuación más complicada que la mayoría de lectores no entendiese me parece el movimiento correcto. Eso me habría dado a pensar: “Eh, no entiendo nada, Binti controla esto de verdad”.

La segunda absurdez viene cuando las medusas le preparan un pescado para comer. Sencillo. Una acción cuotidiana donde no se puede fastidiar nad-… Pues sí. Binti empieza a explicarle a Okwu —porque en una página han pasado de ser enemigas acérrimas a mejores amigas—que en su pueblo existe una manera de preparar a un pez en concreto para que al cocinarlo no contenga espinas. ¿Cómo lo consiguen? Porque lo han trabajado con matemáticas (p. 32) ¿Eh? ¿Qué tiene que ver las matemáticas en esta parte? ¿No se referirá a que han estudiado su BIOLOGÍA? Parece que la única misión de la autora es hacernos saber lo especial que es Binti y su pueblo, cosa que de por sí, no está mal. Pero al final resultan en diálogos artificiales que sacan completamente de la lectura.

Si nos ponemos a hablar de la consistencia a través de la obra, también brilla por su ausencia. Y eso que es cortita. ¡Venga, un ejemplo de entre muchos! Antes de salir del planeta, deben hacerle a Binti, como es normal, una examinación en el control de emigración. Se pone especial empeño en su astrolabio mágico, por llamarlo de alguna forma, ya que se usa para poder ver toda su vida. Pasado, presente y predicciones sobre el futuro. El agente de seguridad lo utiliza con extrema facilidad, manipulándolo sin problemas (p.8). Bien, ¿cierto? Ajá. La cosa es que no mucho después, Binti comenta que ese astrolabio lo ha fabricado ella para que sus discos solo respondan a sus dedos (p.20). ¿Cómo ha podido utilizarlo entonces el agente? Lo hizo un mago, supongo.

Esto es solo un pequeño fragmento de las partes negativas que he encontrado leyendo Binti, sin duda mis compañeras se encargarán de comentar otras cosas igual o más terribles que las mías. Como que la masacre de cientos de menores se olvide por completo. O esa resolución absurdísima de la trama. Así que… no puedo ser capaz de recomendar Binti a nadie, ni voy a continuar leyendo el resto de libros de la trilogía.



Cuando se sugirió hacer lectura conjunta de Binti en la Mazmorra no tardé mucho en aceptar. Era una novela corta, premiada y me sonaba haber visto su portada [K: la española es un spoiler como un campano, todo hay que decir] muchas veces en redes. ¿Qué podía salir mal?

Después de haber terminado el libro, la respuesta es: mucho.

Seamos sinceros, Binti me ha resultado entretenida, pero dudo que haya sido por los motivos correctos. A menos que el objetivo de doña Okorafor fuera hacer que esta goblin sufriera una risa histérica al leer ciertas escenas de su obra. En ese caso, chapó. Si pretendía hacer algo diferente, como que me pudiera tomar en serio esta novelette, entonces mucho me temo que ha fracasado en su intento.

A pesar de haber empezado así la reseña, no todo en Binti me ha parecido insalvable. Me ha resultado interesante la forma de explorar y representar la cultura de la protagonista; que algo que es considerado barbárico o“tribal” por otros sea una de las cosas que en última instancia ayuda a la supervivencia de Binti. O cómo, a pesar de irse a un mundo totalmente diferente al suyo, intenta seguir manteniendo su cultura, porque avanzar en la vida no implica renunciar a tus raíces o al menos no en su totalidad.

La premisa en sí no es mala; tratar la búsqueda del entendimiento entre dos culturas enfrentadas y la reparación de afrentas pasadas son ideas más que prometedoras.

Pero hasta aquí llega mi lista de los aspectos positivos que he encontrado en Binti. [K: Y que es una historia corta. Si hubiera sido más larga probablemente me hubiera hecho menos gracia leerla].



Todo lo bueno que podría aportar la idea base de la historia se pierde por completo en una ejecución más que mejorable. Que la narración sea en primera persona de una joven de dieciséis años no justifica que la prosa sea tirando a regular, algo a lo que la traducción no ayuda en nada.

En una novela larga es comprensible que el autor quiera extenderse en detalles o en recuperar información dada capítulos atrás para que el lector no se pierda, pero en algo tan corto no puedes permitirte hacer eso. El detenerse a hablar, por ejemplo, sobre las propiedades del oro como superconductor (que no tiene influencia alguna en la historia) te quita espacio para desarrollar cosas que sí son importantes, como la relación entre Binti y las medusas, que se ve obligada a ir a marchas forzadas. Siempre he sido una lectora que agradece que le dejen las cosas mascadas porque no me gusta pensar demasiado mientras leo [K: o en general], pero Binti más que mascarte la información te la regurgita constantemente en forma de papilla desaborida y te la lanza a la cara. Capas y capas de información ya sabida (¿Te has enterado de que Binti es la primera himba en salir del planeta? ¿Y en ser aceptada en Oomza Uni? ¿Y que su otjize huele a hogar? Pues tranquilo que te vas a enterar) que dan la impresión de que la autora piensa que tienes pérdida de memoria a corto plazo. Y ya que hablamos de pérdida de memoria a corto plazo, las medusas ASESINAN a una nave entera llena de chavales y luego a nadie parece importarle tres pepinos. Gente de la Universidad le ha robado el aguijón a la medusa reina así que cualquier medida de sus congéneres para recuperarla no es desproporcionada; le devolvemos el aguijón, expulsamos a los señores que se lo quitaron por malos científicos, aceptamos a una medusa de gratis en la Universidad y… ¿no vamos a hablar de los niños muertos? ¿No, nadie?


Antes de que alguien quiera jugar la carta de “es que hay otros dos libros”, debo decir que me importa bastante poco si este tema se trata en ellos. Puedo entender que Binti no muestre secuelas por el trauma hasta más adelante, porque a veces no empiezan a aparecer hasta después de un tiempo. Pero no que por parte de la Universidad se actúe como si el único mal causado hubiera sido el robo del aguijón. Hasta donde recuerdo, las medusas están en guerra con los khoush, etnia a la que pertenecía la gente en la nave, pero en Oomza Uni existen innumerables especies alienígenas. Especies que se habrían visto envueltas en un baño de sangre sin comerlo ni beberlo de no haber sido por el plan de Binti. Y no vemos ninguna consecuencia de ello en este momento, que es cuando de verdad tocaría, aunque solo fuera un poco [K: me hacen comerme tres (3) veces cómo las medusas le atraviesan el pecho a Heru para que luego aquí haya paz y después gloria].

Resulta insultante tanto para la gente muerta como para el lector, porque tienes que plantearte seriamente si te están tomando el pelo, si no habrá un truco detrás de todo esto que justifique la cantidad de tonterías que se apelotonan en estas páginas. Porque no son solo repeticiones, en Binti encontramos de todo: contradicciones, información que no va a ningún sitio, caracterizaciones desaprovechadas (como el uso tan pobre que se les da a las matemáticas, que casi parecen matemágicas en algunos casos), narración desorganizada, ideas cuestionables [K: Y… ¿te has enterado ya de que Binti es la primera himba en Oomza Uni? :D]

Como punto final, quiero dejar este fragmento:

Decían que una hembra humana tribal de un lejano planeta azul había salvado a la Universidad de unas medusas terroristas al sacrificar su sangre usando su don especial para la armonía matemática y la magia ancestral.

Un buen resumen de Binti, una obra interesante en teoría pero muy mejorable en la práctica. Como ha dicho Rika, la novela da la sensación de ser un borrador, y es una lástima, porque esta historia bien hecha seguiría siendo entretenida de leer pero, esta vez sí, por los motivos correctos.

3 comentarios:

  1. Menudo análisis más detallado y hecho a fondo. Enhorabuena. Por mi parte no conocía la obra, pero sin duda no me voy a acercar. Qué desastre lo de las repeticiones :/

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    1. ¡Muchas gracias! Es una pena porque fuimos con esperanzas para luego... Ay.

      ¡Un saludo!

      Atte. Rika~

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    2. Fue una increíble reseña pero porque no han vuelto a publicar algo más reciente llevan dos años así

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