Título: Esclava Victoriana
Autora: Sophie West
Sinopsis: Londres, 1857. Georgina Homestadd, hija de un comerciante adinerado, orgullosa y decente, se ve obligada a contraer matrimonio con un hombre al que desprecia a causa de un chantaje.
Joseph Malcolm Howart, dueño de un casino y de varios prostíbulos, fue humillado públicamente por Georgina cuatro años antes. Ahora que la tiene en su poder, va a hacerle pagar con la misma moneda.
Convertida en la esclava sexual de su marido, atada por las leyes de los hombres, y sin posibilidad de recurrir a la justicia, Georgina no tiene más remedio que someterse a las constantes exigencias de Malcolm para evitar que su hermano Linus vaya a parar a la cárcel a causa de las deudas de juego.
¿Conseguirá Georgina escapar a su destino, o caerá rendida a los pies del hombre que la trata como si fuera una esclava sin valor, pero que le proporciona un placer que jamás pensó que existiera?
AVISO: Esta historia incluye escenas de alto contenido sexual, sumisión, vejaciones y humillación. No apta para mentes sensibles.
Páginas: 160
Editorial: DirtyBooks
Repito el aviso de la sinopsis:
En esta reseña se incluyen temas no aptos para todo el mundo.
Por si acaso.
¡Buenas tardes, criaturas! Soy K’sar, goblin retirada, y las tres encantadoras señoritas que habitan en esta mazmorra me invitaron a dar una vuelta por sus dominios [R: en realidad solo queremos que nos quite trabajo de encima pero siempre es un placer tener colaboradoras] [G: Yo la invité para comérmela :( ]. Parecía muy maleducado de mi parte aparecer con las manos vacías, por lo que me presenté con el siguiente regalo. La historia de cómo disponía de ello en mi guarida comenzó un poco antes, cuando estaba merodeando por los barrios bajos, buscando humanos a los que saquear, y me topé con esta novela [K: ¿Lo pilláis? Barrios bajos, porque la historia transcurre en un prostíbulo :D No, por favor, al foso otra vez no] [L: Sí, al foso sí :D]. Habiendo visto situaciones desagradables variadas [K: Y provocado algunas, qué tiempos aquellos en los que se era joven y se tenía sed de sangre], y abandonando el injusto tópico de que somos seres cobardes, decidí aceptar el reto.
[K: Sinceramente, creo que hubiera sido mejor si hubiera hecho caso a mi instinto de supervivencia]
Esclava Victoriana es una saga de cinco entregas (Vendida, Sometida, Seducida, Compartida y Abandonada) que, juntos y como he indicado, forman un libro de 160 páginas. La sinopsis es muy acertada y fiel respecto al libro, lo cual es de agradecer, teniendo en cuenta la cantidad de sinopsis engañosas que se ven por ahí. Por otra parte, ¿no os encanta cuando, en una novela de corte romántico, se incluye una interrogación retórica en la sinopsis acerca de si el amor triunfará al final del día? Es un recurso que detesto, porque no aporta nada. Es un libro romántico está claro que el amor funciona o no va a ser una parte muy importante (o la única que existe) en el desarrollo de la trama. Y, vamos, estamos hablando de género romántico. Las convenciones marcan que todo tiene que acabar con arcoíris y perdices asadas [K: Y goblins muertos de asco. O muertos a secas.]
Esclava Victoriana no te miente. Es un libro de erótica-romance más que de romance-erótica, aunque lo de romántico es discutible, pero ya llegará, ya llegará, y en él nos encontramos una historia de venganza aderezada con humillaciones, tanto de tipo sexual como psicológico. Nos encontramos a una protagonista arrancada de la mentalidad puritana típica de la sociedad victoriana que se ofrece, en un acto de lealtad y amor, a arrojarse a la otra cara de la época: el oscuro mundo de los prostíbulos y casas de juego. Nos encontramos a un hombre que se ha ganado la vida alzándose desde lo más bajo, herido en su orgullo por alguien que no sabe lo que es trabajar duro y esforzarse, con un objetivo claro y un plan para llevarlo a cabo. Nos encontramos… Bueno, creo que voy a dejar de adornar esta reseña y hacer parecer a la novela algo que no es.
El libro es porno. Porno morboso. Con ¿algo? de trama. Y antes de empezar, debo decir que se me hizo repugnante. Así, sin paliativos. No tanto porque la situación sea dura para la protagonista, sino por el tratamiento que se le da a dicha situación, y a la forma de desarrollar los sentimientos de Georgina.
Pero no quiero adelantarme, así que vayamos al meollo de la cuestión.
La prosa de esta novela mezcla un estilo basto (coño, verga, polla) con construcciones y recursos literarios más elegantes. A otros puede llegar a gustarle dicho contraste. A mí me estuvo descolocando durante toda la lectura. El uso de palabras como las de arriba puede parecer más adecuado para reflejar la crudeza de la narración, y aceptaré a quien me afirme eso. Sin embargo, creo que no me parecen términos adecuados a la época [G: Te sorprendería, los romanos solían soltar perlas tipo: La polla de Júpiter], y creo que existen formas mucho mejores de crear esa sensación de sumisión y crueldad que usar palabras que asocio a los retoños humanos intentando escandalizarse mutuamente y retándose a ver quién dice la grosería más fuerte. [K: ¿Quieres escandalizar a alguien? Tíralo al foso :D] Veréis ejemplos de la prosa en la sección de perlas, tranquilos.
Como he sufrido tanto con este libro tengo derecho a ser puntillosa, así que añadiré otra cosa. Ninguna de las traducciones inglesas de la palabra “coño” se utilizaba en la época victoriana. [K: Qué cosas, el lenguaje cambia.] Si queréis ver qué palabras relacionadas con temas sexuales se empleaban, podéis echar un ojo a sitios como Naughty Victorian Words
La verdad es que la mayoría de la historia se desarrolla dentro del burdel de Malcolm, por lo que no tenemos mucha visión del “exterior” y tal vez resulte más complicado representar esa sociedad victoriana en la que nos encontramos que si tuviéramos una historia que se desarrollase en las calles de la ciudad. Se trata de un mundo donde el puritanismo de la sociedad convive con burdeles y juegos de apuestas, lo cual es bastante acertado.
No obstante, hay varios detalles que hacen que toda esta caracterización, comprensiblemente pobre, se te deshaga entre los dedos y no te creas que estés tratando con una sociedad victoriana. Uno es el tema del lenguaje, pero el más grave es el siguiente. Las mujeres en esta época no pinchaban ni cortaban nada (su objetivo en la vida era encontrar un buen marido, que el padre o el hermano, en caso de que el primero estuviera muerto, elegían para ella), a excepción de las interacciones que existían entre ellas (bailes, invitaciones, etc.). ¿Y tengo que creerme que, aún con el padre oponiéndose a la boda, Georgina llega a casarse con Malcolm? ¿Qué solo la amenaza con desheredarla y luego parece rendirse ante la voluntad de su hija? [K: Creo que el eco de mi risa aún puede escucharse si uno aguza el oído].
La herencia NUNCA era de la mujer, siempre la administraba el pariente masculino más cercano o su marido; solo en el caso de alguna dama noble podría darse el caso en el que ella tuviera algo de poder sobre su dinero. ¿Es Georgina noble? No. Pues nada más que decir, señoría.
No puedo comentar mucho más en este aspecto porque, como he dicho, el mundo no es más que un telón de fondo, y en 160 páginas de un libro romántico, es lo de menos. Hay más chicha que cortar en otras partes. No voy a criticar la idea de esta historia en sí [K: aunque la primera vez que leí la sinopsis reconozco que pensé que era un argumento propio de, ejem, una película de esas que se estrenan en salas aparte], pero sí algunos puntos de su desarrollo.
La trama, como es de esperar, avanza de forma lineal, con alguna retrospección al pasado, como cuando Malcolm recuerda el evento que le lleva a odiar a Georgina. No existen subtramas pero, una vez más, el reducido número de páginas y las convenciones del propio género no les dejaban las puertas precisamente abiertas. Y lo cierto es que, cuando dije que la sinopsis era un fiel reflejo del libro, quería decir que es el libro. Es un resumen, faltándole el final (que uno puede llegar a adivinar, en realidad).
Y una sinopsis NUNCA debe ser un resumen. Si no, ¿para qué leer el libro? [K: Me podría haber ahorrado mucha sangre y lágrimas, NADIE ME LO DIJO]
Malcolm lleva guardándole inquina a Georgina desde el siete de febrero de mil ochocientos cincuenta y tres [K: Me lo imagino escribiendo en su diario la fatídica fecha, y murmurándola al acostarse, junto a un “Georgina Homestadd me las pagará”, muy dramático y emo todo], el trágico día en el que ella le insultó cuando él fue, flamante y guapetón, a pedirle un baile en un evento social. Aquí debo hacer notar que Malcolm reflexiona que, si dichas palabras se las hubiera dirigido un hombre, lo habría matado. Y que si, siendo mujer no hubiera habido testigos, las habría pasado por alto. Sin embargo, al estar en un evento, Georgina había estado rodeada de amigas, que se rieron de él, y fueron dichas risas las que lo avergonzaron.
Y digo yo, dado este caso… ¿no tendría que querer vengarse de las amigas de Georgina? Quiero decir, son sus risas las que hacen que pase de haber podido ignorar el tema a que odie a una mujer durante cuatro años y consiga engatusar al [K: idiota en grado sumo] de su hermano para que se gaste dinero en tus casinos y así poder tenerlo bien sujeto por los **** [L: cataplines].
Una vez que Linus (el hermano) debe tanto dinero (y después de que su padre le haya prestado dinero antes y se niegue a volver a hacerlo), Malcolm lleva a cabo la segunda parte de su plan: amenazar con ir a juicio, juicio que, evidentemente, se resolvería en su favor, yendo Linus a la cárcel, donde Malcolm tiene amigos que pueden hacerle la vida imposible. Por lo que, cuando Linus pregunta si no existe otro método, Malcolm dice que le devolverá los pagarés que tiene pendientes si logra que Georgina se case con él, porque quiere que sea suya en todos los sentidos.
Otro dato curioso, la deuda de Linus asciende a 20.000 libras. He estado mirando a cuánto equivaldría eso en la actualidad, porque no hay que olvidar que el valor del dinero cambia con el paso del tiempo, y son… 1.528.000 libras. Ahí es nada. [K: Bueno, más bien ahí es un número puesto al tuntún]
Georgina, mujer cristiana y correcta, que prometió en su lecho de muerte a su madre que cuidaría de Linus, acaba aceptando el trato al ver que no existe otra opción. Boda con cuatro gatos como testigos, y ya empieza lo que la gente ha venido a buscar: El morbo y a Malcolm exponiendo las condiciones en las que Georgina va a vivir a partir de entonces. Obligarla a estar desnuda todo el tiempo, llevar a cabo prácticas que uno tiende a relacionar con el BDSM, etc.
Debo decir que la parte que me pareció mejor construida de este proceso de humillación es cuando Malcolm obliga a Georgina a hacer cosas como beber té de un plato en el suelo. Me parece más horrible eso que el que la use como una muñeca hinchable, porque apela a algo que es tan natural y absolutamente necesario para un ser humano como es beber. Tener que tomar té en el suelo, o comer una salchicha solo pudiendo usar los dientes para cortarla, es algo que acerca a uno a un animal, lo deshumaniza. Y eso puede destrozar por completo la psique de una persona, más si se trata de alguien orgulloso. Aparte de que, si en realidad Georgina disfruta de las supuestas vejaciones sexuales, esa parte no serviría para humillarla. Si el libro iba, supuestamente, de eso creo que se perdió una buena oportunidad de hacerlo al cortar la vía de la deshumanización después de la escena del desayuno. Aunque es cierto que los comentarios que hace Malcolm, minando la moral de Georgina, o el trato que le dan las prostitutas, pertenecen más al ámbito del abuso psicológico, siguen más por ese camino.
Por supuesto, lo que da morbo es la parte sexual. [K: Debo confesar que me decepcioné un poco con la descripción de la mazmorra. No había dragonas] [L: Ni hadas D:][R: Oh, si no fuera por el gilipollas de turno me trasladaría a vivir allí tras hacer una buena limpieza] [G: Siempre puedes transformarle en sapo]
Y también, por supuesto, decir que este libro tiene BDSM sería continuar con el flaco favor que Cincuenta Sombras de Grey le hizo a esta subcultura, puesto que esta se basa en la confianza y el consenso. Aquí hay, obviamente, cero de ambas cosas. [K: Y cero de after care, porque, ¿qué es eso de aparecer con una pomada para aliviar unos azotes al terminar la sesión?].
La protagonista se desmaya de la impresión después de que unas prostitutas la mangoneen, la desnuden, la aten a una cruz, etc., porque, recordemos, es de mentalidad rígida y puritana. Sin embargo, luego es violada (con el plus de que es su primera vez, con lo que es más doloroso), y no da muestras en ningún momento de sufrir estrés post-traumático por ello. Sus reflexiones, al día siguiente, son que “podría haber sido peor” porque el caballero podría haberla pegado. Todo es muy coherente y juega a favor del romance. Lidiar con una mujer con PTSD sería demasiado complicado. ¿Cómo podría empezar a reconocer que le ha gustado que la hayan violado sino? ¿Cómo podría disfrutar de lo que ocurre en la mazmorra?
Sobre los personajes...
Voy a emplear un término suave [R: tendréis que disculparla, es nueva y todavía no se sacude la timidez de encima]. Los personajes de esta historia son… ¿poco avispados? [K: Todos. Sin excepción. El que podría librarse más sería el padre, pero recordemos que parece olvidar momentáneamente que la sociedad en la que vive le da poder absoluto sobre su hija y permite que se case con alguien a quien la sociedad ve como un maleante.]
Malcolm podría entrar en la categoría de chico malo con pasado traumático, pero va más allá. Es un psicópata. Con todas las letras. Comprendo que sea una persona con un sentimiento de inferioridad bastante grande, teniendo en cuenta que es huérfano y ha tenido que ganarse el jornal, a través de prostíbulos y casa de juegos [K: Resulta un poco ridículo y poco explicado pero bueno, al menos no es Heathcliff de la vida], hasta llegar a tener los suficientes contactos (y escándalos con los que sobornar a los poderosos) para poder acudir a eventos en los que cruzarse con gente como Georgina. Y, por tanto, comprendo que se ofenda cuando alguien le echa esos orígenes humildes a la cara. Guardar tanto rencor durante tantos años, por otra parte, está ya fuera de la lógica común.
Además, Malcolm estaba pensando buscar mujer (incluso renunciar a sus negocios chungos para ser un partido más atractivo [K: Lo que me lleva a pensar… ¿a qué pretendía dedicarse? Porque no se menciona que esté metido en más negocios que esos]), pero después del comentario de Georgina, se da cuenta de que el resto de la gente le va a mirar mal siempre por sus orígenes y sus dedicaciones. Al mismo tiempo, Luisa le dice a Georgina que Malcolm la admira por atreverse a decirle en ese baile lo que todo el mundo estaba pensando. [K: Es la misma clase de admiración que existe entre mis congéneres. Si uno de nosotros provoca devoción, lo arrojamos al foso antes de que nos deje en mal lugar a los demás] [G: Los goblins son tan encantadores... Por eso me encantan para desayunar <3]
O sea, todo el mundo sabía a qué se dedicaba Malcolm. Todo el mundo lo despreciaba. Él mismo sabía que no era un hombre apropiado para buscarse esposa, porque los padres no le iban a aceptar como yerno (recordemos que ha estado sobornando para poder acudir a eventos como este). ¿Y decide obsesionarse con el comentario de una mujer que, de no ser por las risas de sus amigas, habría llegado a olvidar? Si ha ayudado a descubrirte que eres un despojo humano (cosa que en realidad ya sabías), tendrías que darle las gracias. Y seguir sobornando a algún noble si quieres casarte con su hija.
Quiero decir, no es malo que el señor sea un desequilibrado mental porque puede llegar a ser un personaje interesante si está trabajado. Lo que sí es malo es que, pese a ser psicópata (o precisamente por eso), acabe viviendo feliz y comiendo perdices [K: y pisando alfombras hechas de goblins muertos].
POR SUPUESTO, como esto es una novela romántica, en algún momento de tanta humillación, tenemos un jaleo mental en el que Malcolm quiere:
A) No reconocer que siente algo por Georgina.
B) Humillar a Georgina de forma que ella deje de creer que hay algo bueno en él y se vaya.
C) Hacer que Georgina no le considere un monstruo.
D) No humillar a Georgina como él mismo planea, porque le resulta demasiado duro al sentir algo por ella.
[G: ¿Pero qué fregado es este?]
Georgina se nos describe como puritana, orgullosa, fuerte. Y reconozco que requiere coraje de su parte el lanzarse a las garras de Malcolm y quedarse en ellas pese a todo lo que le hace, incluso cuando él le ofrece replantearse el tema y liberarla a cambio de continuar con el juicio de su hermano. También me parece buena la dedicación que tiene en procurar obedecer las órdenes de Malcolm para que no tenga motivos para enjuiciar a su hermano. Aunque ya desde el primer retozamiento, tiene una voz insidiosa en su cabeza que le recuerda que “Ha llegado al orgasmo dos veces con la violación”, por lo que está claro que en realidad, mucha mentalidad puritana, pero le encanta retozar.
Y digo yo:
A) Qué tendrán que ver churras con merinas. [K: Que se pueden robar y están ricas al espetón :D]
B) La cantidad de voces insidiosas que no se sabe de dónde vienen y que colonizan la mente de las protagonistas de novela romántica es preocupante.
El desarrollo que tiene Georgina como personaje es pasar de detestar a Malcolm, a detestarlo pero creer que tiene algo bueno en su interior, a detestarlo por completo y a amarlo por completo [R: como en todos los libros «eróticos» al parecer. Ya no queda imaginación en este mundo. Y lo lógico, por cierto, sería el proceso inverso en una buena historia de maltrato]. Aparte de admitir que todas esas “perversiones” que Malcolm le hace sin su consentimiento le gustan.
Mi momento favorito de Georgina es cuando le echa la culpa de su situación al padre por no haber evitado la boda. ¿Al… padre, decimos? ¿El mismo padre al que le habéis ocultado que este matrimonio es porque su primogénito tiene deudas como para rescatar a un príncipe y que se opuso a la boda? ¿El mismo padre, el único al parecer de la época victoriana, que no es capaz de hacer que su hija siga sus órdenes? ¿O es un padre alternativo del que no nos habían hablado y que haría que este resquemor fuera más coherente? Entiendo que odie al hermano, a pesar del cariño que le tenga y de la fidelidad que le debe por la promesa materna, ¿pero al padre?
La escena que se monta en la apoteosis del libro es buena, porque representa ese momento en el que ella decide que no lo aguanta más y se planta. Una lástima que quedara desperdiciada con el final. El resto de personajes están ahí por estar, y no me apetece comentar ninguno, a excepción del criado de Malcolm, Joe. En él me detengo porque nos ofrece una gran perla de sabiduría: forzar a alguien solo es malo si dicha persona no llega el orgasmo. Delicioso.
En cuanto a la historia de amor...
Sí, esto merece un aparte, aunque procuraré no extenderme mucho.
A pesar de todo lo que haya podido decir antes, Esclava Victoriana no es un libro de romántica. Es un libro de abuso, lisa y llanamente. ¿Eso es malo? En sí, no. La verdad es que habría estado muy bien emplear una novela como esta [G: Y todas, al final, ¿no?] para denunciar la situación de impotencia en la que vivían las mujeres de la época (y, por desgracia, aún muchas siguen viviendo hoy en día), porque tiene detalles muy buenos en ese aspecto, como cuando Malcolm dice que una esposa no puede hacer nada sin su marido. No es un libro de crítica, sino comercial, y eso lo acepto.
Lo que no acepto es que intenten venderme una historia de amor que sea semejante porquería. Primero porque fomenta el que se siga normalizando una situación abusiva dentro del matrimonio, y segundo porque no es creíble.
No existe forma de convencerme que una mujer tradicional, cristiana, con los valores que la época le ha inculcado, se case por culpa de un chantaje con un hombre que la odia, un hombre que la humilla, la viola, y se enamore de él en dos semanas. Y si alguien quiere hacer de abogado del diablo y emplear la carta de “Síndrome de Estocolmo”, siento chafarle el plan, pero no es el caso [K: También habría sido interesante un libro desarrollando el tema, que me parece fascinante] [G: Yo tengo ese Síndrome, no me voy de la mazmorra porque Rika me da bien de comer :D].
Es cierto que Georgina presenta varios rasgos que parecen propios de dicho síndrome, como querer quedarse al lado de Malcolm cuando su padre va a buscarla, o querer ver que hay algo bueno en él [K: Aunque esto es la típica esperanza que tienen los personajes femeninos cuando su interés romántico es un capullo malote, y muchas mujeres abusadas en la vida real, a pesar de que ellas tienen la diferencia de que han querido a su abusador antes de que empezara a tratarlas mal], pero si realmente tuviera Síndrome de Estocolmo, no estaría teniendo una continua lucha entre la repulsión y la satisfacción que le produce todo esto.
Como he dicho, el momento en el que Georgina se planta, diciendo que ha aguantado tanto porque pensaba que había algo bueno en Malcolm, pero ve que se equivoca, sería una escena genial para demostrar cómo una persona puede finalmente reaccionar contra una relación abusiva. Incluso está bien construída en términos de contexto social, porque una mujer no puede enfrentarse a un hombre en la época victoriana de la misma manera que en la actualidad. La muchacha llega a decir “Me iré a cualquier lugar, bien lejos, donde ni siquiera sea posible encontrarnos por casualidad en la calle [...]”. Sin embargo, acepta que la trasladen a la casa de verano de Malcolm y sus sentimientos no han cambiado en absoluto porque reconoce que se siente perdida sin “todas las cosas que le indicaban que le pertenecía a alguien”. Y olvida todo el enfado, aceptando en su vida al caballero sin que éste le pida perdón de ninguna manera. Por no mencionar que cuando ella le echa en cara que no sepa nada de sus gustos, él se limite a contestar que sabe cómo suena cuando está excitada, conoce cada centímetro de su piel…
De verdad, la manía que tienen las novelas románticas de reducir una pareja al sexo, y pintánterlo como si fuera lo mejor del mundo y el objetivo al que deberíamos aspirar es preocupante. Y bueno, el hecho de que Malcolm se enamore de Georgina porque la mayoría de las veces se deja hacer, en vez de resistirse como había previsto, pues EN FIN [L: ¿... y comieron perdices?].
La moraleja típica que se pretende extraer de los libros románticos es que el amor lo puede todo. La que saco de este libro es que si te encuentras con una persona abusiva, pero al forzarte consigue que llegues al clímax, debes quedarte con ella porque es el amor de tu vida. Sacad vuestras propias conclusiones. La mía es que intentar acercar esto al término de romance es ofensivo [R: la mía es cómo hay gente que disfruta con estas cosas. Y cuándo tendré un libro en el que invierta los papeles, por variar, a ver si hace tanta gracia ver a un tío en esas circunstancias].
Y pasamos a la sección de perlas y WTFs variados.
Quiero empezar con un par cosas que, por desgracia, he visto a menudo en novela romántica/erótica [K: Sí, he leído cofbastantecof… creo que ya sé por qué me han arrojado tantas veces al foso]:
Equiparar chica virgen/con poca experiencia = vagina estrecha = expectativa de una experiencia sexual maravillosa. La primera equivalencia me hace especial gracia porque, de ser cierta, querría decir que la vagina se dilata cuantas más veces estés montando una fiesta allí abajo. Partiendo de este supuesto, no sé por qué las mujeres que dan a luz una segunda vez tienen que estar dilatando, porque si ya está dilatada de la primera vez… Así que dejaré un consejo para toda aquella persona que quiera escribir una escena sexual: una vagina estrecha/apretada es una vagina no excitada. Una vagina no excitada quiere decir que estás haciendo un trabajo de pena.
Los caballeros que se dedican a soltar soliloquios calderonianos (te estoy mirando a ti, Richard) en pleno acto sexual sin jadear, ni gemir… ¿exactamente por qué tienen relaciones? Porque presentándome una escena así, imagino que no debe de estar disfrutándolo mucho, así que para qué molestarse y hacerme perder el tiempo.
Y ahora sí, os dejo con algunos detalles que me han impactado.
—"Ella soltó un pequeño gemido y la vagina empezó a llorar". A llorar había empezado yo páginas atrás.
—"Es hora de cambiar el plugin anal".
A) "Plugin" anal no existe. Se dice "Butt plug" o "Plug anal".
B) Dichos aparatos se inventaron en 1892. Prueba otra vez.
—"El útero le pulsaba con desespero ansiando liberación." El… ¿qué, dices?
—"Richard bebió el maná de su coño." Pero no sus lágrimas, comprendo. Qué selecto es Richard.
—"Introdujo un dedo más, y otro, y otro, hasta llenarla". Malcolm, el hombre de los cien dedos.
—"[…] hasta liberar su verga. Esta saltó, feliz y contenta. Era gruesa y larga, rojiza con venas azules abultadas".
A) ¿Se supone que leer esto es excitante?
B) Igual es cosa mía, pero leo esto, y pienso que el caballero tiene alguna clase de problema. Y tengo la solución. [G: Si late ya sabes cuál es la solución] Amputar. También solucionaría el problema de la existencia de todas las páginas que vienen detrás.
—Cuando Malcolm está estableciendo las condiciones en las que va a vivir Georgina, le dice que solo puede llamar a alguien si está enferma, y que “el mal de las mujeres” no cuenta. Aparte, que no piensa proporcionarle nada durante esos días del mes. Entiendo la intención de humillarla ahí, pero me parece gracioso que no le importe que su habitación se manche, bueno, de sangre. QUE HUELE.
—La escena en la que Georgina pierde la virginidad es un WTF toda ella. Evidentemente, hay muchas mujeres que llegan con el himen intacto a su primera vez, y que este tenga una disposición que obliga a que este se fuerce o rompa en la primera vez, y queda más dramático que Georgina pertenezca a este grupo. Antes de penetrarla con el pene, Malcolm le hace un cunnilingus (que vale, puedo entender que no te rompa el himen) y, como he puesto arriba, se dedica a meter dedos por ahí, hasta llenarla por completo. Pero claro, el himen se le rompe cuando mete el pene. Ahora, aparte de tener cien dedos, son dedos fantasma. PERO esto no acaba aquí. Voy a poner la cita entera porque vale su peso en oro.
"Georgina, saciada y adormecida después de la brutal experiencia [K: Un orgasmo gracias al sexo oral], no fue consciente de qué iba a pasar hasta que sintió la polla de su marido entrando en su coño, abriéndola, llenándola, presionando con dureza. Se tensó.
—No soy un bárbaro —dijo él con los labios apretados—. Pero si no te relajas, te haré daño al penetrarte. Tú decides.
Georgina se obligó a relajarse, algo casi imposible. Dolía, mucho, y más dolió cuando él alcanzó la barrera de su himen y la atravesó inmisericorde." [G: Os... tris, dragoncín]
¿Le das el aviso después de que hayas entrado en su vagina, abriéndola y llenándola? Malcolm, eres un troll [K: Y no me refiero a mis primos lejanos]. Aparte, igual tengo la anatomía femenina humana un poco oxidada, pero el himen no está en mitad de la vagina, sino al principio, y tal y como está construida esta escena, el himen parece las murallas del cuarto nivel de Minas Tirith, lo menos.
—"[…] acariciándole las tetas hasta que sus pezones se convirtieran en guijarros." Cuidado, no los vaya usar como munición para una honda.
—Y para terminar otra de las grandes joyas de esta obra que, recordemos, tiene lugar en la época victoriana, en la que la tarea primordial de una mujer era casarse y tener hijos, y desde luego no disfrutar del sexo: "Paradójicamente, al tratarla como a una puta la había… «[Esta es la voz insidiosa de la que hablaba] Te ha convertido en una verdadera mujer, capaz de levantar pasiones, de volver locos a los hombres»”
LO MEJOR... Es una novela corta y se lee rápido.
LO PEOR... El desarrollo del romance, la prosa y el final. La apología al maltrato que se extrae del libro.
(Todas las imágenes pertenecen a sus respectivos dueños)
Otras reseñas de Esclava Victoriana:
El club de las escritoras
Mi sangre derramada (Enlace a la reseña de la primera entrega, también ha hecho las del resto)
Té con pastas y encuentros literarios
Me pareció excelente esta reseña. Una de las mejores que he leído. Muchas gracias
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