Recordatorio

No somos profesionales, simplemente nos gusta leer y tenemos tiempo libre, así que a veces cometemos errores.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Reseña: El dragón de su majestad, de Naomi Novik.


¡Bienvenidos a la Mazmorra! Soy Rika y no he muerto, aunque octubre casi ha podido conmigo. He decidido revivir un poco el lugar, barrer el polvo y las telarañas, y hablar de mi experiencia de este LeoAutoras. En realidad no he podido terminar casi nada gracias al examen que ha consumido prácticamente todo mi mes, pero aun así he complementado mi sufrimiento con momentos de respiro en los que solo he leído a mujeres. No he sentido que me haya faltado nada. A ver, quería continuar leyendo la biografía de Dalton Trumbo, pero no pasa nada porque haya tenido que esperar un poco.

Había pensado en sacar un artículo que englobara todo, pero se ve que soy más lenta que una tortuga y creo que será mejor reconocer que debo renunciar a los análisis gordos y detallados porque no me da la vida. Así que sacaré a partir de ahora pequeñas reseñas e impresiones de lo que va pasando por mis manos. A veces hablaré, supongo, en varias ocasiones de un libro que me dure mucho tiempo, y otras no. Pero espero lograr resucitar un poco este lugar y sacar algunos análisis más desarrollados cuando encuentre libros que me enamoren.

De modo que vamos allá. En octubre conseguí terminar El dragón de su majestad, Cómo acabar con la escritura de las mujeres, Mujeres en la hoguera, y Cisnes Salvajes. Desde entonces también ando arrastrando una relectura de Cetaganda y Africanus, el hijo del cónsul, mientras que los nuevos descubrimientos son Black Hole Blues, Vida de una geisha, Trumbo, Mélusine, The Thief; Amazonas, guerreras del mundo antiguo, The Grandmaster of Demonic Cultivation y un libro de ensayos de Lois McMaster Bujold. De todo irán cayendo cositas las siguientes semanas.

De momento vamos a centrarnos en la reseña del primer libro. 

 Título: El dragón de su majestad.

Autor: Naomi Novik
Sinopsis: El capitán Will Laurence sella su destino al capturar el precioso cargamento de la fragata Amitié. El tesoro es un huevo de dragón imperial, regalo del emperador chino a Napoleón. Cuando la fantástica criatura salga del cascarón, elegirá al capitán como su criador. Éste pronto descubrirá que entrenarlo es una aventura fascinante. Juntos tendrán que aprender las peligrosas tácticas de la guerra aérea, pues Francia, dirigida por un Bonaparte más audaz que nunca, ha reunido a sus criaturas para transportar sus tropas sobre suelo británico.

Editorial:  Santillana.

Número de Páginas: 409.

El dragón de su majestad, de Naomi Novik, ha sido una experiencia dolorosamente agridulce. El concepto de este libro no es original; estamos ante un universo alternativo donde los dragones se crían y utilizan en las guerras como si fueran aviación. Se podría aducir que doña Novik da un punto «diferente» a sus dragones al hacer que hablen y sean inteligentes [R: al menos en ciertos casos. Los ingleses parecen criar especies tontas a propósito como contraste con los dragones chinos], pero esta característica en realidad es antigua y se puede encontrar en la Dragonlance o el afamado Smaug de El Hobbit. Sin embargo, no hay que ser original para escribir algo bueno. Lo que importa es cómo lo trates. Y es con eso con lo que tengo muchos sentimientos encontrados.

Todo comienza cuando el protagonista, el capitán Laurence de la marina inglesa, asalta un navío francés y roba un huevo. Su idea es entregarlo a los jinetes de dragón, que están obligados a dedicar su vida al ejército del aire y renunciar en general a todo lazo externo al mundo dragonil, pero el huevo eclosiona mientras están en alta mar. Poco dispuesto a volcar ese amargo destino sobre los jóvenes a su cuidado, Laurence decide renunciar a su cargo y ocuparse del dragón chino, al que bautiza como Temerario.