Título: Camuflaje
Autor: Joe Haldeman
Sinopsis: Dos criaturas con el poder de cambiar de forma, un misterioso artefacto extraterrestre, una imposible historia de amor... El famoso y premiado autor de “La guerra interminable” nos lleva en “Camuflaje” desde el fondo del océano hasta los límites de la imaginación humana... y más allá.
Editorial: Libros del atril
Número de páginas: 280
Esta fue una de las muchas lecturas de verano de este año, cuando tuve una fiebre intensa por leer ciencia ficción. Como seguro que termináis atiborrados de fantasía más clásica con los comentarios de Rika y Lyra, os hago este favor. Podéis agradecérmelo enviando algún que otro catálogo de Reptiles a la mazmorra ~
Bien, bueno, no os voy a mentir —la sinopsis sí lo hace— [L: Típico], este libro no va de un “misterioso” artefacto extraterrestre, ni de una imposible historia de amor [R: gracias a Medea], ni tampoco traspasa los límites de la imaginación humana [G: Que es muy corta, todo hay que decirlo]. Sin embargo, sí que trata de dos seres alienígenas que cambian de forma por contacto. Aunque el protagonista indiscutible sólo es uno de ellos, denominado “Polimorfo” en la narración.
Nota: NO busquéis la palabra “polimorfo” en Google, a mí casi me da un infarto y creedme que el que a un dragón le de un infarto es muy difícil.
Recordemos que las reseñas expresan opiniones de forma más subjetiva que objetiva y que no se centran en analizar de forma profunda los aspectos de un libro. Rogamos te abstengas de lanzarnos piedras si no estás de acuerdo con las opiniones expresadas aquí.
También aviso de que pueden darse casos de SPOILER, así que todos aquellos que no hayan leído el libro se arriesgan a comerse alguno.
Ah, advierto que voy a explicar de qué va el libro de forma cronológica, pero en realidad la narración saltea capítulos del Polimorfo, de los científicos y del otro extraterrestre a través del tiempo.
La historia inicia con el incierto y algo confuso origen del Polimorfo, que viajó durante muchos años luz por las galaxias desde su planeta natal hasta que se estrelló en la Tierra, más concretamente en el Pacífico, durante la era Prehistórica. Como es una criatura inmortal y extremadamente adaptable, sobrevive durante miles de años convertido en un tiburón. Durante todo ese tiempo, el Polimorfo se adecua tanto a lo que es ser ese animal que olvida su origen, su especie, su nave... Todo, vamos.
De ahí se da un salto a los años treinta del siglo XX cuando, por curiosidad casi azarosa, el Polimorfo emerge a la superficie tras devorar a un marinero. Con una forma bastante más humana —y digo bastante porque el Polimorfo tarda en perfeccionar la fisiología y biología del ser humano—, mata por puro instinto a un joven surfista que pasaba por ahí —llamado Jimmy— y adopta su apariencia. A partir de entonces nuestro protagonista se hace llamar Jimmy en la narración y se inicia lo que yo llamo “El camino para comprender al ser humano” [R: es decir, una pérdida de tiempo. Si no nos comprendemos nosotro mismos, por Medea]. El Polimorfo pasa por un muchacho que ha tenido un accidente de surf severo y mientras sus padres, los médicos y demás especialistas tratan de enseñarle todo desde cero y entender la naturaleza de su retroceso, el nuevo Jimmy empieza a plantearse unas cuantas incógnitas sobre el Humano y sobre sí mismo. No tarda mucho en aprender a hablar, a mantener conversaciones, a dibujar, tocar música, etc... Aprende también lo que es el sexo, siente dudas sobre las emociones y los sentimientos porque no es capaz de comprender de forma racional esas cosas.
Es quizá la parte de la historia que más me gusta porque me identifico con esas situaciones. El intento de entendimiento a lo largo de los años de lo que significa ser Humano es bastante interesante y para una criatura no humana resulta hasta delicioso. Por desgracia, no se profundiza mucho, se queda a medias [R: a veces me pregunto si a los autores les da flojera cerrar las tramas de sus personajes, porque ocurre demasiado a menudo].
El Polimorfo pasa unos cuantos años siendo Jimmy sin que le importen demasiado las cuestiones morales sobre la muerte de los humanos. Para él son sujetos de estudio y comida, criaturas vacías sin importancia. Sin embargo, todo cambia cuando se alista para la Segunda Guerra Mundial.
No voy a explayarme mucho sobre esa parte. Lo importante es que después de las vivencias en el frente del Pacífico, el Polimorfo aprende sobre el valor de la vida humana, sobre la compasión, la camaradería y muchos otros conceptos abstractos que hasta entonces no había sido capaz de entender por completo y que lo acercan más a los que es ser humano.
Tras la guerra, la identidad de Jimmy ya no es viable y se van sucediendo identidades nuevas a lo largo de los años, durante las cuales el extraterrestre amplia conocimientos sobre diversas materias, actualiza sus estudios viejos, se relaciona con otras personas... Aquí voy a pasar el testigo al otro alien, a quien la narración llama Camaleón.
El Camaleón es muy parecido al Polimorfo en el sentido de especie. Llegó en época prehistórica y pasó mucho tiempo asimilado como un animal. Sin embargo, a diferencia del Polimorfo, el Camaleón emergió a la historia humana mucho antes y participó en muchas más guerras, se convirtió en figuras importantes y mató a mucha gente sin por ello acusar culpabilidad o remordimiento. El Camaleón se diferencia del Polimorfo en que es un depredador completo, que no siente curiosidad por la especie humana, no quiere comprenderla y cuyo único objetivo instintivo es dominar y encontrar, si los hay, a más seres como él para matarlos —según la lógica del Camaleón: No pueden coexistir dos como yo en el mismo planeta—.
Ninguno sabe de la existencia del otro hasta que un grupo de científicos descubre la nave del Polimorfo en las profundidades del océano Pacífico, en cuyo interior —se me olvidó comentar— se encuentra parte de la esencia del Polimorfo. Ambos seres se enteran por distintas vías del descubrimiento y se las apañan para formar parte del proyecto de exploración y recuperación de la nave. Aquí es donde entra en juego la imposible historia de amor, a pesar de que es el último tercio del libro y las páginas se nos están acabando.
El Polimorfo, que no ha tenido reparos en adoptar diversas formas humanas de color, género y sexo, se introduce en el equipo como una mujer (Rae) de la que uno de los científicos se enamora. Rae a su vez también se enamora de él. Eso abre una serie de rápidas cuestiones sobre las relaciones humanas, pero no es muy profunda y la historia salta pronto al estallido del pequeño conflicto final: Se descubre que Rae no es humana.
Bueno, no es un conflicto final, sino el detonante para que se incorporen unas cuantas medidas de seguridad —muy divertidas, por cierto—, que los humanos se planteen que no están solos en el planeta y deduzcan que lo que tienen en el fondo del mar no es un viejo submarino ruso perdido de los tiempos de la Guerra Fría. El Polimorfo —que ya no es Rae— quiere regresar por todos los medios al equipo científico, alcanzar la nave para averiguar el sentido de su existencia y ¡chan chan!, recuperar a su amado [G: Suena más perturbador cuando recuerdas que el alien es un stalker]. Se inventa una nueva identidad, otra mujer, le vuelven a pillar a un paso de sus objetivos y se da el encuentro con el Camaleón —no diré cómo para no aguar la fiesta—.
Tampoco voy a destripar la resolución de la historia [G: Os la podéis imaginar de todas formas].
En sí el libro no está mal. Es corto, bastante simple, conciso y algo explicativo, pero tiene algunos puntos buenos si te gusta el género. Si la ciencia ficción te da un poco igual, la historia te parecerá aburrida al final porque pierde el gancho y terminas queriendo que se maten unos a otros. [L: ¡Oh, no!]
El Polimorfo es sin duda el mejor personaje y el único que está medianamente trabajado. Camaleón no evoluciona a pesar de que podría haberlo hecho, y se queda estancado en su instinto genético de supervivencia destructiva. En sí eso no está mal ni es malo y entiendo que para reflexiones morales ya estaba el Polimorfo y que se necesitaba un alien diferente como contrapunto, pero…
Los personajes humanos no calan. No importa cuantos capítulos de los científicos te leas, no empatizas y se hacen aburridos, yo leía en diagonal [R: y yo, menudo peñazo. Podría haber pasado de ellos y haber desarrollado más al Camaleón]. No diré que son como si fueran decorados, pero casi. Tardan tanto en llegar, ver y tocar la nave en el mar que pasas corriendo las páginas para llegar a un capítulo de alguno de los extraterrestres.
La historia de amor es... bueno, es floja y corta, no puedes esperar mucho más. Lo más interesante de esa relación es el vínculo del Polimorfo hacia el humano y cómo se las ingenia para crear una identidad totalmente atrayente basada en todo lo que le gusta a su objeto de deseo [G: Y que sea ESO lo más interesante debería preocuparos]. El trasfondo es un poco pobre, relegado únicamente a la primera parte de la historia con la explicación del origen de los aliens. Nunca llegamos a averiguar nada más, nada real sobre el planeta ni la especie más allá de lo necesario. No importa el planeta alien, profundizar en la especie extraterrestre ni el objetivo real de los cambia-formas. Todo queda relegado a la historia directa. Esto en sí tampoco es malo per se, se diferencia mucho de las historias más largas donde sí importa describir y contar hasta el más mínimo detalle. Para quién eso no guste, el uso de trasfondo de Camuflaje representará un alivio.
La narración sigue un modelo de capítulos salteados. Por un lado, el pasado con el Polimorfo y el Camaleón, por el otro el presente con el descubrimiento de este extraño objeto. Y como dije, esas partes son las más aburridas [L: ¿Quién quiere sosos humanos cuando hay un extraterrestre presente en la sala?] [R: me duele reconocerlo, pero estoy de acuerdo con mi diminuta compañera]. Aún así en general, el ritmo de narración es fluido, rápido y simple, muy ameno. Tampoco tiene tecnicismos raros que te pierdan la cabeza.
Camuflaje es una historia para leer en un rato. Su autor es famoso, ganador de unos cuantos premios, pero pienso que con este libro pinchó un poco. Quizá si lo hubiera hecho más extenso, se hubiera explayado más en ambos extraterrestres y nos hubiera dado más material, se habría sacado más chicha. Disfruté con la historia, claro, pero tiene más espinitas que consistencia.
Si eres asiduo a la ciencia ficción y tienes ganas de una historia corta de aliens cambia-formas, recomiendo este libro.
LO MEJOR es el Polimorfo, su aprendizaje humano y sus reflexiones.
LO PEOR... mucha carne en un plato demasiado pequeño. La parte final de la historia es demasiado abrupta y corta para el tiempo que se tarda en presentarlo todo.
Otras reseñas de Camuflaje:
(Todas las imágenes pertenecen a sus respectivos dueños)
No hay comentarios:
Publicar un comentario