Recordatorio

No somos profesionales, simplemente nos gusta leer y tenemos tiempo libre, así que a veces cometemos errores.

domingo, 20 de agosto de 2017

Análisis: El abanico de seda

¡Bienvenidos a la Mazmorra! ¡Frederika a vuestro servicio!

Pues sin más dilación empezamos el análisis de El abanico de seda. No muy largo pero espero que a más de algún visitante le pueda interesar~


Historia

En realidad la historia es muy simple y no tiene mayor misterio —como no suelen tenerlo las vidas normales—. Lirio Blanco comienza, ya siendo vieja, a contarnos (por escrito al parecer) la historia de su vida. Hacia el final del libro nos enteramos de que tiene una autobiografía oficial, pero que esta es privada, donde de verdad expresa lo que siente. En cierta manera se entiende entonces lo deshumanizados que están los demás personajes: ya les dedicó palabras en su documento público (en particular a su marido). Aquí, en cambio, nos relata su historia y la de Flor de Nieve.

Se remonta a su infancia y, en particular, a su Madre. Lirio Blanco es una niña, por tanto una criatura inútil que un día abandonará la familia y que obligará a su padre a trabajar de más para ofrecerle una dote digna. Para colmo, ni siquiera es la hija mayor. Se representa a sí misma como abandonada, dejada de lado, y por ello siempre aspiraba a llamar la atención de su madre y su padre (si bien siempre contó con el cariño de sus tíos, una «desgraciada» pareja que sólo había podido engendrar una única hija, Luna Hermosa) sin demasiado éxito.

Me acabo de enterar de que hay película. TENGO que verla.


Cuando llega el momento de que le venden los pies, aparece una casamentera que no pertenece al pueblo y que por tanto tiene un mayor poder (abarca más pueblos y aldeas), la señora Wang. Sugiere que no le venden los pies de inmediato, porque podría encontrar una laotong de una familia superior, lo cual le traería muchos beneficios a la familia una vez Lirio Blanco se case. Al padre no le hace demasiada gracia, porque las laotong deben hacerse muchos regalos, pero la madre lo convence y Lirio Blanco empieza a cartearse con Flor de Nieve, que al haber recibido una mejor educación (y haber leído) escribe mensajes vistosos y poéticos, mientras que Lirio Blanco se limita a formalidades.

A Lirio Blanco le vendan los pies junto a Luna Hermosa y su hermana pequeña. Es una descripción horrenda y resulta fascinante cómo se repiten los errores generación tras generación cuando ves que la madre las regaña, grita y obliga a caminar porque solo serán hermosas —y ganarán un buen partido— a través del dolor. Sin duda lo que su propia madre le dijo y lo que Lirio Blanco le dirá a su hija y a la hija de Flor de Nieve en el futuro.

Yo leyendo la tortura de los pies. Porque dura y dura... y dura.

La hermana pequeña, la más rebelde, la que intentó escapar y a la que tuvieron que atar a una silla para que dejara de quitarse los vendajes, muere con las piernas podridas.

Y la vida sigue.

Gran parte del libro se centra en los encuentros de Lirio Blanco y Flor de Nieve, y en la gran dependencia que tiene la primera de la segunda. Flor de Nieve nunca permite que esta visite su casa y se va acostumbrando con lentitud a la pobreza del hogar de Lirio Blanco y a hacer sus mismas tareas más serviles. Se gana el cariño de toda la familia con facilidad gracias a su educación. Hay escenas encantadoras, donde ves cómo las dos van junto a la señora Wang, que es tía de Flor de Nieve, a un pueblecito a rezar juntas y cómo disfrutan de los paseos en palanquín

Con el tiempo, la hermana mayor de Lirio Blanco se casa y le acaba por llegar el turno a ella poco antes que a Flor de Nieve. Su marido es un hijo mayor del pariente de un funcionario de la corte y, sorprendentemente, es agradable. La relación con su suegra es estricta, aunque Lirio Blanco asegura que siempre la trató bien. Su relación con su madre, ahora que se ha liberado de su influencia, se resiente como nunca después de averiguar que Flor de Nieve y su familia se arruinaron hace mucho tiempo porque su padre se aficionó al opio y se endeudó hasta perderlo todo. Lirio Blanco se siente traicionada porque Flor de Nieve jamás se lo contó y comprende que la señora Wang las unió para que su sobrina aprendiera todo lo que iba a necesitar en el futuro —pues su matrimonio está concertado con un carnicero, que para colmo de males es muy violento y maltratará una y otra vez a Flor de nieve, una de las profesiones peor vistas en la China de la época— y que así tuviera una amiga poderosa. Lirio Blanco rompe lazos con su madre, considerando que la ha usado, pero se mantiene con Flor de Nieve.



Solo que ahora ella es rica, tiene hijos sanos —el primero de Flor de Nieve nace bastante raquítico el pobre— y cada vez adquiere más responsabilidades. Así, poco a poco, se va alejando de Flor de Nieve aunque insiste en verla a pesar del rechazo que sienten sus suegros por ella y su familia.

Entonces llega la guerra. Lirio Blanco sobrevive junto a sus hijos a la peste que ataca el pueblo —su marido ha partido a otro condado en busca de mercancías que mantengan la familia a flote— y es una de las escenas más desagradables después de los pies rotos por el horror de la situación. Poco después está visitando a Flor de Nieve cuando los rebeldes empiezan a invadir la zona y no tiene otro remedio que huir con ellos a la montaña, donde pasan los duros meses del invierno. Flor de Nieve aborta, pues su marido se niega a dejar de tener sexo con ella y luego la maltrata y golpea, y para colmo pierde a su hijo menor, al que quería mucho más que al primogénito.

Cuando regresan al pueblo, sin embargo, por haber protegido a Lirio Blanco, la familia de esta establece buenas relaciones con los carniceros y se pueden ver más a menudo. Pero Flor de Nieve cada vez está más cansada de que la acusen de todo, pues su suegra sigue viva y no deja de matarla a trabajar y atacarla por no tener más descendencia. Cuando Lirio Blanco la insta a soportar en silencio la situación, Flor de Nieve escribe una carta donde dice que no se quejará más a ella, porque ha encontrado unas hermanas de juramento con las que estar.

Lirio Blanco se siente completamente traicionada y rechaza de pleno a Flor de Nieve. Hay que entender que las laotong son como un matrimonio y una de sus reglas es nunca traicionar a la otra con hermanas de juramento. Así que a pesar de las cartas, Lirio Blanco se niega a volver a hablar con ella y su vida, una vez más, sigue.

Hasta que un día la hija de Flor de Nieve se presenta y le suplica que acuda al lecho de muerte de su amiga. Lirio Blanco se traga todas sus excusas y acude a cuidar de ella, forzándola a tomar medicina a pesar de que el cáncer de estómago es incurable. Al final se rinde y promete cuidar de su descendencia.

Una vez muerta, las amigas de esta la acusan por haber abandonado a su laotong y cuando intenta explicarse, le muestran que en la carta no decía que se hubiera unido a una hermandad, sino que tenía amigas con las que hablar para no tener que disgustar a Lirio Blanco con sus problemas caseros. Llevada por la culpabilidad, Lirio Blanco cuida de la hija de esta y de su nieta, a la que casa con su propio nieto, y se ocupa de que el hijo mayor reciba buena educación.

Pero ahora… está sola. Su relación con su marido es amable, son más amigos que otra cosa, y en cuanto se quedó menopáusica se aseguró de conseguirle concubinas que lo mantuvieran satisfecho. Y a pesar de que la edad media de vida rondaba los cuarenta años, Lirio Blanco supera con creces los ochenta. Ya no tiene nada que hacer, ni sirve a nadie. Solo puede esperar en un rincón, en toda su dignidad, a que su vida llegue a su fin.

Y lo último que pide es perdón, perdón por haber sido arrogante, por no haber obedecido a sus propios consejos y haber abandonado a la única persona que amó de verdad.

Yo al final del jodido libro.


Personajes


A pesar de que hay bastantes personajes pululando por la obra, como la madre de Lirio Blanco, la señora Wang —tan dura pero que mima a su sobrina y la lleva a comer dulces—, la desgraciada hermana mayor de Lirio Blanco, su marido o el marido de Flor de Nieve, en realidad solo podemos hablar de dos personajes.

Lirio Blanco nos cuenta su historia, por lo que siempre se está juzgando a sí misma. Su juicio es el de una mujer que ha visto mucho y que ha tenido demasiado tiempo para pensar. Aun así, la autora consigue representar bien los diferentes estados del personaje en sus épocas. En parte es gracias a que Lirio Blanco se ha examinado muchas veces a sí misma —y su juicio nos afecta, ya que nos está contando las cosas como las vio ella, claro— pero también a que se nos presentan acciones y recuerdos muy concretos de ella en diferentes fases. Por ejemplo, aunque Lirio Blanco intentaba ser silenciosa, obediente y así agradar a sus padres, también le gustaba salir a jugar. Por contraste, cuando es adulta se planta con frialdad delante de su madre y la acusa de usarla, de mentirle por no contarle nunca la desgracia de la familia de Flor de Nieve. ¿Hasta qué punto es justa? Lirio Blanco también vendará los pies de su hija y a su nieta la casará con el nieto de un carnicero —lo cual es casi una caída en desgracia—.



Cosas así le dan mucho realismo y un toque amargo creíble al personaje.

Además, Lirio Blanco se presenta como una mujer normal y lo es. El puesto de soñadora, de persona que rompe las reglas —por ejemplo al disfrutar del sexo— está reservado para Flor de Nieve y Lirio Blanco siempre la admira desde la distancia, sintiéndose inferior a su lado. Por eso, cuando sus posiciones económicas se invierten, resulta revelador cómo la protagonista se comporta cuando está en una casa cómoda y empieza a ver los defectos de su amiga, que esta siempre le había ocultado. No le sienta bien averiguar que Flor de Nieve la ha traicionado desde el principio —supongo que, inconscientemente, la culpa porque su amiga se pusiera una y otra vez por encima— y se siente horrorizada ante sus faltas. Desde el poder, puede permitirse actuar como una gran señora.

Lo cual es muy curioso porque cuesta saber si la Lirio Blanco anciana se está justificando al decir que no era consciente de la situación o que, tonta de ella, pensaba que así ayudaba a su amiga, diciéndole que fuera fuerte y tirara con las palizas de su marido.

En cualquier caso, forma una dinámica fascinante con Flor de Nieve, una chica educada, inteligente, soñadora, pero consciente de que su vida iba a ser un infierno. A pesar de que Lirio Blanco es mucho, mucho más simple que ella, siempre la vio como su amiga, su laotong, y sus acciones lo demuestran una y otra vez. A pesar de que Lirio Blanco la juzga una y otra vez, Flor de Nieve aguanta, golpeada y rechazada por su marido —excepto para tener sexo—, maltratada por su suegra, con un hijo muerto y viviendo en una carnicería, lo cual para ella y sus creencias es casi asegurarse la falta de reencarnación.

Nunca vemos a Flor de Nieve tal y como es excepto en los poemas que Lirio Blanco conservó y que hablan de un alma poética. Quizás su única forma de escapar de su realidad.

Nü-shu. Si queréis leer sobre el tema podéis visitar esta página.


Pero lo importante es que ambas se querían más que a nada. Y a pesar de todos los errores que no se pueden perdonar, cuando comprendes que todo el libro que tienes en tus manos es una carta de disculpa de Lirio Blanco a Flor de Nieve, un canto de amor en el que repasa todos sus recuerdos juntos, donde el centro de su vida es su laotong… No puedes evitar ver por qué Flor de Nieve quería a Lirio Blanco.

¿Cómo era este amor?

Es difícil de decir. Lirio Blanco rechaza el sexo, mientras que Flor de Nieve lo disfruta con su marido. Hasta fue ella la que, en una calurosa noche de verano, empezó un juego erótico con Lirio Blanco. Nunca llegaron a demasiado, pero allí se estableció una conexión intensa. Y mientras lees, resulta evidente que Lirio Blanco se sentía despechada por su alma gemela.

Como le remarcan las amigas de Flor de Nieve, ella no amaba a Flor de Nieve como una hermana, sino con el corazón de un hombre (vamos a dejarlo como metáfora ya que no tenían forma de decir lesbiana). Podía soportar que estuviera con su marido, pero no que tuviera amigas íntimas aparte de ella.

Pero no es sano. Toda la novela te grita que querer así a alguien lleva a la catástrofe donde el orgullo herido es el pistoletazo final. Pero, a la vez, está estableciendo amor entre dos mujeres. Amor que no necesita confirmarse con un beso, a lo occidental. Y la prueba es que incluso después de perder a su familia…

Lirio Blanco sigue pidiendo perdón a Flor de Nieve.


Mundo


Bien, parece un mundo muy investigado. Se nos explican por encima cosas como que las laotong necesitan caracteres iguales, haber nacido bajo el mismo signo zodiacal (en concreto, Lirio Blanco y Flor de Nieve son Caballos) y tener pies parecidos. Las hijas de ambas, por ejemplo, nunca llegarán a ser laotong a pesar de que lo planearon porque no compartían estas características.

Por otra parte hay elementos muy interesantes, como las costumbres maritales. Las mujeres se casan jóvenes y tienen una ceremonia durante la cual acuden a la casa del marido durante un par de días para el encamamiento, pero después de eso vuelven con sus padres. Y así se va viendo con el marido hasta que por fin se queda embarazada y ya pasa a vivir para siempre en la casa de su hombre.

Están también las relaciones jerárquicas de hombres y mujeres —las de los hombres no se profundizan tanto, pero siguen un esquema de primogenitura, aunque también influye el control de tierras y la relación con familiares de funcionarios del imperio— y su día a día. Las mujeres se organizan por edad e hijos. Las abuelas tienen, siguiendo las leyes confuncianas, el papel de cabezas de la casa y todas las mujeres se pliegan ante ellas ante su muerte, en cuyo momento asciende la esposa del señor de la casa. Las hijas de la esposa oficial tienen más relevancia que las de las concubinas, si bien de nada vale ser esposa oficial si no das a luz por lo menos a un varón. En este libro no se abandona o asesina a ninguna niña, por suerte, si bien se comenta que si hay abortos femeninos se consideran una suerte, casi una señal divina. Se tocan temas tristes como que las mujeres desean niñas (incluso si no lo reconocen en voz alta) para que se queden con ellas unos años pues los niños abandonan las habitaciones de las mujeres a los seis-siete años.

He preferido ser buena y no poneros imágenes de pies vendados. Para leer sobre el tema podéis ir aquí.


Y es que las mujeres no abandonaban para casi nada las habitaciones del piso de arriba, donde se reúnen a tejer, bordar, fabricar zapatos y ropa sin parar. Sus horarios son distintos a los de los hombres, ya que deben también limpiar —cuanto más pobre, más se junta la vida a la de los hombres—, cocinar y demases, pero si no se las obliga, no abandonan la casa. Una de las escenas más impactantes es como la tía de Lirio Blanco convence a la madre de esta misma, que cojea porque le vendaron mal los pies, de que deje a las niñas salir a jugar porque en cuanto empiecen con el vendado, se acabó.

El libro se centra mucho en la relación pseudo-espiritual de las laotong, que se consideran casadas entre sí y sin duda en muchas ocasiones derivó en una relación amorosa real (que las dejen dormir juntas los maridos en vez de separarlas dice mucho, en mi opinión), que inspiraba un inmenso respeto entre las demás casas de la región. Pero también se habla de las hermandades femeninas. Las niñas suelen tenerlas una vez se vendan los pies, y se visitan en sus casas para charlar mientras hacen sus labores. Una vez se casan, esta relación se rompe porque abandonan sus hogares, pero pueden y suelen formar otras en sus nuevos pueblos y cuando se hacen ancianas.

Las mujeres, en realidad, pueden salir de las casas si es necesario, pero como no pueden caminar necesitan palanquines (normalmente con cortinaje) para desplazarse. Depende también de la categoría social, claro. Cuando Lirio Blanco tiene que huir a las montañas con la familia de Flor de Nieve, son tiempos de necesidad y solo se espera que las mujeres no vayan solas para que no les suceda nada porque los invasores no parecen seguir las ideas confucianas: en cambio, entre pueblos enfrentados dentro de su «religión» está prohibido dañar a mujeres, así que eran ellas las que iban a por agua o comida y a negociar con la seguridad de que no les pasaría nada.

Esos elementos contradictorios tan típicos de la vida corriente.



Las consecuencias de los pies de loto son terribles de leer. Muchas, muchas de las mujeres que huyeron a las montañas no pudieron llegar porque sus pies evidentemente no están hechos para caminar. Cuesta creer que Lirio Blanco lo consiguiera y más Flor de Nieve, que además tenía cáncer de estómago.

Es fascinante cómo se presentan las dinámicas de jerarquías. La humildad china se demuestra poniéndose tan por debajo que a nosotros nos resulta grotesco. Las madres insultan a sus hijas al presentarlas a posibles candidatos, para demostrar así lo humildes que son, y las relaciones entre mujeres se basan en muchas formalidades. Aunque nunca se profundiza en la relación de Lirio Blanco y su suegra, vemos que la corrige constantemente y es muy dura con ella, similar a lo que hacía su madre. Sin embargo, Lirio Blanco asegura que nunca fue cruel y que la apreció mucho —todo lo contrario de la vida de la pobre Flor de Nieve, cuyo único consuelo era el sexo con su marido y cuidar de sus hijos—.

Y, sin embargo, hay detalles muy interesantes sobre cómo la relación que se enfría entre nuestras laotong precisamente por ese tipo de formalidades superficiales. Lirio Blanco solo recomienda a su amada que haga tal o pascual, sin empatizar con su situación y esperando que asuma una actitud de sacrificio.

Esto se ve en los variados cuentos que se narran a lo largo de la historia. Cuentos transmitidos en nü-shu, acerca del sufrimiento de las mujeres y que a cambio del mismo alcanzan la reencarnación o un estamento superior al final de sus vidas. En particular llama la atención uno que nos recuerda que ser una mujer es lo más inferior que se pueda imaginar tras un animal, por lo que la protagonista del cuento conseguía reencarnarse en un hombre, aunque manteniendo todos sus recuerdos y aun siendo un gran letrado, decidía volver con su antiguo marido y casarse de nuevo con él. La piedad femenina se lleva al extremo de otra vida, ¡ni entonces te libras!

Las chicas de pies grandes eran pobres, principalmente sirvientas o campesinas, si bien podía haber niñas de familias más poderosas que nunca se vendaron los pies y por tanto son entregadas a familias ajenas como una carga.

Conclusión


No creo que El abanico de seda sea para todo el mundo y, desde luego, es doloroso y agridulce. No va de amor heterosexual, ni tampoco termina de definirse como amor lésbico (al menos de meter una escena de sexo, que parece ser lo que necesitamos los occidentales… Pero no voy a negar que me hubiera encantado un besito) fuerte y para llevar sobre la cabeza. Sin embargo es amor femenino, amistad o romance, como cada uno quiera verlo, entre dos mujeres que se quisieron por encima de todo y se equivocaron demasiado a lo largo de su vida. Los personajes son buenos, hipócritas, con diferentes capas y alejados de la imagen que presentan al principio y la narración me ha encantado (de nuevo doy gracias por la traducción).


Así que no sé a qué esperáis a leerlo.



Lo mejor

Los personajes, los datos sobre China

Lo peor

Lloras mucho. Saber que todo va a salir mal puede ser un mal trago para muchos.

7 comentarios:

  1. Me suena que he oído el titulo de este libro pero nunca profundicé en él. Me arrepiento porque se ve (y confio en tu criterio) que es una bonita historia de amistad femenina tan ausente en la literatura por desgracia. Quizás el hecho de que no se defina como amor lesbico puede ser por no querer ser "históricamente incorrecto", es decir, algunos autores (como escribieron aqui en una entrada) tienen una "historia oficial" que dicta mucho de ser la verdad en la que la homosexualidad no existe. No se solo son conjeturas mías y quizás no tengan fundamento.
    De todas formas, me parece maravilloso que haya una historia que denuncie y explique tan bien la situación tan horrorosa de las mujeres en China.
    Saludos.

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    1. ¡Hola Meri!

      Si puedes, dale una oportunidad porque da mucho gusto (o al menos yo lo disfruté. Menos con lo de los pies. Ugh) encontrar una novela histórica diferente y que gire alrededor de mujeres. Y no, no creo que sea por eliminar la homosexualidad, sino porque creo que la autora quería dejarlo en una zona muy ambigua. Le pasa algo similar en otra novela donde al menos uno de los personajes podría ser bi pero nunca se enfoca su sexualidad. La homosexualidad en China existe y está registrada, aunque la feminina no tengo mucha idea al ser un mundo tan privado...

      ¡Yo también me alegro de que exista este libro y ojalá mucha gente lo lea, porque abre los ojos!

      Muchas gracias por pasarte~

      ¡Un saludo!

      Atte. Rika~

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  2. Llego muy tarde, pero de todas formas voy a comentar.

    Si te gustan los libros como este te recomiendo "La buena tierra", de Pearl S. Buck. Es una novela que relata cómo era la China precomunista y está muy bien documentada porque la autora vivió allí muchos años. Pero le pasa como a esta: es una novela dura que a ratos te puede dejar muy mal cuerpo.

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    1. ¡No importa cuándo llegues, mujer! Muchas gracias por leer la entrada y comentar.

      Oooh, pues me lo apunto. Tiene buena pinta, aunque esperaré antes a terminar de leer a Lisa See o tanto dolor me acabará matando de deshidratación por llorar y llorar sin parar.

      ¡Un saludo!

      Atte. Rika~

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  3. ¡Buenas!

    He leído por encima la entrada porque me gustaría leer el libro. En clase de literatura china vimos la película basada en el libro del que habla Selenita y por lo general nos dejó algo de mal cuerpo y mala leche por cómo era de machista la sociedad de aquella época. Luego también tuve que leer algo de esta autora, y leí Viento del este viento del oeste porque estaba por casa. La verdad es que me encantó y me pareció bastante interesante todo lo que cuenta. Habla, por ejemplo, del tema del vendaje de los pies (que también comentas en la entrada y da algo de agonía leerlo porque te imaginas lo que tuvieron que pasar las niñas y te da algo) y luego el personaje de la madre de la protagonista y narradora tiene narices. El libro es básicamente el choque entre la cultura occidental (americana, porque el hermano de la protagonista se va allí a estudiar) y la oriental, la tradición china. Es lo que dices: la mujer era poco más que madre y esposa, no tenía prácticamente peso en la familia, los matrimonios eran concertados, y el marido podía tener concubinas, aunque la esposa oficial era la más importante.

    ¡Saludos!

    Carol

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    1. ¡Bienvenida Carol!

      Espero que te animes a leer el libro, porque está muy bien. Y entre tú y Selenita me estáis asustando pero, a la vez, más veo que es un libro que hay que leer. Me lo apunto y rezad por mí para que no muera por el camino de pena.

      ¡Si es el caso, recaerá sobre vuestras conciencias!

      ¡Un saludo!

      Atte. Rika~

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    2. A ver, más que para morir de pena es para alucinar con cómo era la sociedad y cabrearse algo, pero Viento del este viento del oeste está genial, y luego La buena tierra es para cabrearse, pero también ver el papel de las mujeres, o por lo menos en la película eso se veía. :3

      ¡Saludos!

      Carol

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