Recordatorio

No somos profesionales, simplemente nos gusta leer y tenemos tiempo libre, así que a veces cometemos errores.

martes, 8 de marzo de 2016

Análisis: Medio Rey, Joe Abercrombie

Título: Medio Rey
Autor: Joe Abercrombie
Sinopsis: «Juré vengarme de los asesinos de mi padre. Seré medio hombre, pero pronuncié un juramento entero.»

Yarvi, el hijo menor del rey, nació con una malformación en una mano que ha llevado a todo el mundo, incluso a su propio padre, a considerarlo «medio hombre». Por eso, en lugar de formarse como guerrero, al igual que el resto de varones de su estirpe, se ha dedicado a estudiar para convertirse en uno de los clérigos del reino. Sin embargo, en la víspera de la última prueba para ingresar en esta poderosa orden de sabios, a Yarvi le llega la noticia de que su padre y su hermano han sido asesinados. Él es el nuevo rey.

Pero tras una terrible traición a manos de sus seres queridos, Yarvi se encontrará solo en un mundo regido por la fuerza física y los corazones fríos. Incapaz de llevar armadura o de levantar un hacha, deberá afilar y agudizar su mente. Cuando se juntan a su alrededor una extraña hermandad de almas perdidas, descubrirá que esos compañeros inesperados tal vez puedan ayudarle a convertirse en el hombre que quiere ser.

Editorial: Fantascy.
Número de Páginas: 378.

¡Hola encantadores lectores! ¡Bienvenidos a la mazmorra! Hoy vengo a presentaros una reseña positiva [R: sí, sé hacerlas] después de bastante tiempo.

Antes de nada: me gusta Joe Abercrombie. He leído su trilogía de La Primera Ley y, aunque el final no me entusiasmó, lo comprendí, disfruté del viaje y me quedé con ganas de más. Así que esta reseña probablemente no sea muy imparcial. Nunca lo son, lo sé, pero quería resaltarlo en este caso concreto. 

Creo que don Abercrombie es de esos autores que merecen ser leídos porque van algo más allá de escribir obras de entretenimiento y que siempre te va a dar algo que no esperabas. A veces son lecciones, a veces es cerrar los ojos y pensar que por favor no hayas leído lo que acabas de leer porque es muy explícito —y no, no hablo de sexo, que os veo poner ojitos—, a veces son diálogos que te sacan la sonrisa porque son ingeniosos y rápidos.

En fin, que la prensa podrá decir que don Lawrence, autor de Príncipe del mal se parece a don Abercrombie, pero ya le gustaría.

Medio Rey es un libro que se mantiene en la ya clásica estética despiadada de don Abercrombie, a quien le encanta dar la vuelta a los tópicos de las novelas de fantasía, pero este libro en concreto es para gente más joven. Me explico: no vais a encontrar torturas, ni tampoco detalladas descripciones de nada. Los personajes están bien definidos y no es difícil diferenciarlos, quitando uno o dos; de tanto en tanto te sorprenden y, sin llegar a ser brillantes, están bien construidos.

De modo que Medio Rey es un buen libro juvenil, recomendado para aquellos que quieren empezar a leer «cosas más serias» y que buscan que no les den palmaditas en la espalda ni les aseguren que el mundo es bonito, porque no lo es. Tampoco llega al extremo de George R.R. Martin, que no deja ni un respiro y parece que su mundo sea completamente negro. Vais a encontrar alguna escena bonita, sentimientos amables enterrados en medio de crueldad y desesperación.

En definitiva, un libro muy decente. Me satisface mucho haberlo leído porque por una vez no tengo que hacer pociones para tranquilizarme ni voy a recibir miradas cansinas por parte de Green y Lyra.

¡Dejad, queridos lectores, que os hable un poco de este libro sin entrar (todavía) en spoilers!

La sinopsis básicamente nos lo dice todo. Tenemos a un protagonista tullido, pequeñito, una ratita de biblioteca que iba a meterse a la Clerecía cuando su padre y su hermano fueron asesinados por un enemigo del reino vecino, de tal modo que Yarvi no es solo el único heredero sino que además tiene que dirigir una guerra. Él, que iba a ser clérigo y odia las armas. Todo el mundo, incluida su madre, le mira por encima del hombro y Yarvi mismo tiende a hundirse en la autocompasión y lamerse mucho las heridas. No es que no pueda entenderlo y, a decir verdad, es punto que aprecio porque es realista en un niño apenas querido, maltratado y despreciado al que además acaban de quitar lo único que quería en su vida: ser clérigo.

A partir de entonces sufriremos con las peripecias de Yarvi, de las que no os hablaré porque es imposible hacerlo sin entrar en materia de spoilers, por lo que ya sólo puedo comentar detalles por encima.

Por ejemplo, la escritura.

Es sencilla, directa, a menudo descarnada. Peca de ser un poco explicativa —sobre todo el primer capítulo. Se me cayó el sombrero al encontrarme una forma tan mediocre de presentarme el mundo viniendo de alguien como don Abercrombie: con una lección. ¡Una lección de clase! ¡Por Medea, NO en el primer capítulo!—, pero teniendo en cuenta que está dirigida a un público más joven y que no tiene taaantas páginas para desarrollarse, porque aunque sean casi 400 la letra es para ciegos, supongo que es aceptable.

El ritmo es rápido, fluido, aunque tiene algunos capítulos lentos que considero de relleno, lo cual me decepcionó ya que se podría haber desarrollado más el ámbito político o —de una forma más clara— las relaciones entre los personajes. Aun así los altibajos son escasos, pues don Abercrombie se las apaña para mantener siempre el interés, alternando momentos de descanso y de acción y en casi ninguna escena deja de haber tensión. Así que si le dais una oportunidad, incluso si no sois de lectura rápida, en un par de días deberíais haberlo terminado. [R: ¡que, en serio, tiene letra gigante!]

El mundo… Bueno… No tiene verdadera importancia ni presencia. No es el clásico mundo machista medieval —aunque tiene muchos visos de serlo— y te incluye una amplia participación femenina en el poder, pero tampoco se ve demasiado desarrollado. Se habla de la religión, de la presencia de elfos al estilo mitología nórdica, aunque en sí no parece haber elementos sobrenaturales, y hay un poco de política, pero realmente no veremos nada excepto una ciudad, el interior de un barco y una montaña helada. La verdad es que este es uno de los puntos más flojos del libro, aunque lo explicaré mejor en la parte de spoilers.

Respecto a los personajes, si bien no son los mejores, tienen personalidad y voz propia y, ante todo, son grises. Ninguno, ni siquiera los villanos, son completamente negros, ni hay nadie «blanco». Así da gusto leer literatura juvenil.

Dicho lo dicho, es un libro que recomiendo para empezar con don Abercrombie. La historia está bien hilada, las acciones de los personajes son lógicas, tienen buenos diálogos, un buen desarrollo y, aunque el final podría considerarse algo precipitado, ¡todo está ahí! Lo malo es que es un poco caro para su tamaño y su letra, pero os diría que merece la pena.

A partir de ahora, queridos lectores, entramos en materia de SPOILERS así que leed bajo vuestra propia responsabilidad.




Bien, la historia de Yarvi es bastante sencilla; un clásico Viaje del Héroe, sólo que menos idealizado de lo que estamos acostumbrados a ver.

Yarvi es un príncipe despreciado por todos excepto por su tío. A nuestro protagonista le obligan a subir al trono tras la muerte de su padre y de su hermano mayor. Lo primero que uno piensa es que esta historia va a ir de intrigas políticas y en parte es así; sabes que es imposible que, de buenas a primeras, Yarvi pueda gobernar si no es con el apoyo de su madre, de la clériga mayor del reino y de su tío, sus únicos aliados y eso que la narración insiste en poner a la reina como un personaje relativamente despreciable por ser tan frío y cruel con Yarvi [R: A don Abercrombie le encanta tomarnos el pelo]. Aun así es una buena idea, interesante, porque te preguntas si su futura esposa será tan amable como aparenta, si Yarvi será lo suficiente inteligente como para manipular las redes políticas y para ganar una inminente guerra.

Todas estas expectativas se caen por la borda a la vez que el tío de Yarvi tira a este por el borde de una torre hacia el mar [L: Un poco previsible después de saber que se le habían muerto un padre y un hermano mayor, y que tenía un tío vivo, ¿no? R: si tienes mente retorcida y conoces a don Abercrombie, sí. Si vienes de la literatura juvenil clásica, creo que no tanto por la presentación de la escena. G: ¿QUE EL TÍO LANZA A YARVI AL MAR?].Vamos a decir que sobrevivir a tal altura, siendo un chaval debilucho y que no ha debido nadar en su vida —más con un brazo como el que tiene—, y que además no caiga sobre ninguna roca, es un poco milagro, pero lo perdonaremos en aras del desarrollo de una buena historia. Yarvi no tiene tiempo para lamentarse de la traición de su tío, lo cual me gusta bastante, porque es mazazo tras mazazo sin que dé la impresión de ser una especie de castigo kármico por su inocencia: es simplemente que el mundo es injusto. 

Yarvi tiene la «buena» suerte de ser vendido como esclavo en vez de degollado por sus enemigos: el mismo Grom-gil-Gorm decide meterlo al mercado. Este es un personaje curioso que no me termina de convencer porque no tiene gran desarrollo y me recuerda mucho a uno que ya apareció en La Primera Ley pero me gustó porque tenía colgada del hombro a una mujer, lo cual ya te va indicando cómo está organizado en parte el mundo y que no es algo exclusivo del reino de Yarvi. También me ha encantado cómo Yarvi aprende del mundo que le rodea y utilizará muy a menudo una lección que, por una parte, le salva la vida y que, por otra, le manda a la esclavitud:

«—¿Es que no has aprendido nada de la Reina Dorada de Gettlandia, la sabia y hermosa Laithlin? ¿Por qué matar lo que se puede vender?» (p. 76)

Son unas palabras que lo acompañarán todo su viaje y de las que Yarvi sacará provecho. Mucho provecho.

En fin, tras esto viene la etapa de la esclavitud, donde supera sus primeras pruebas para empezar a ganarse un lugar entre sus amigos y bajo el control de la borracha capitana Shadikshirram. Es una parte un poco plana, pero las descripciones, la dureza de la vida y la angustia de saber que los esclavos prácticamente no se levantaban jamás del banco, además de la camaradería que se establece entre ellos, me parecen suficientes para mantener la atención del lector.

Os aseguro que no estaban tan hermosos como estos señores.
Ni la mitad de limpios. En realidad ni un 1% de limpios

La narración ayuda a conocer a los demás personajes sin necesidad de ponerte una ficha de los mismos. Nos da toquecitos, conversaciones escuetas y que te encogen el corazón por lo simples que son. Me agradó bastante que se represente cómo la vida de una persona puede dar un vuelco sin más y cambiar para siempre. Un detalle me llegó muy hondo es cómo Yarvi consigue ganarse a sus compañeros: no es un hombre fuerte, es más, ser remero con un brazo tullido casi roza la estupidez. Uno pensaría que vencería a algún enemigo con astucia, que soltaría alguna respuesta mordaz para proteger a un compañero o cualquier cosa típica y lograría así cierta fidelidad entre los otros esclavos.

Pues no. Se los gana cantando hasta hacerles llorar. Porque Yarvi tiene muchos elementos clásicamente «femeninos» y despreciados, como cantar o ser «pacífico» y «débil». Fue un momento de descanso maravilloso, porque Yarvi les dio, como resaltan sus compañeros, algo hermoso. Algo que era suyo y que no tuvo que aprender para volverse más «machote». Simplemente me encantó y me rompió mucho el corazón [L: (marchito)] de bruja que tengo.

En fin, continuando con la historia, la verdad es que no tengo mucho decir porque está bien hilada. Yarvi se gana enemigos por intentar ser todo lo recto posible, aunque está lleno de contradicciones y condena a otras personas al intentar ascender como esclavo en el barco —no deja de gustarme que no era consciente de lo que estaba haciendo. Es una evolución muy interesante— y acaba de nuevo lanzado por la borda, esta vez de un barco. Antes de eso consigue destruir el mismo, que ya estaba hecho un desastre, y por su culpa mueren muchísimas personas. Gente con la que había convivido durante meses y a la que quiso salvar. Eso me parece muy interesante porque todavía hace contraste con el salto que dará Yarvi al final de la historia; en esta ocasión busca las llaves para liberar a los demás esclavos aunque sabe que no va a conseguirlo. Si Nada no le hubiera tirado al mar, sin duda habría muerto y allí se habría terminado su historia.

Yarvi, a pesar de todo, es muy buena persona.

Aquí viene el momento en que de verdad se acerca a los demás personajes. Sumael, Jaud, Nada, Rulf y Ankran. A pesar de que no hablan mucho, la necesidad de sobrevivir los acerca. La persecución fue interesante y estresante, pero sobre todo el que don Abercrombie metiera a una familia amable por su camino —que luego, claro, paga las consecuencias— me pareció acertado. Hay libros que interpretan que, como el mundo es injusto, todo tiene que ser cruel y despiadado. Aquí en cambio vemos la crueldad cuando la granja de la familia que los acoge arde y, seguramente, se asesine a todos sus miembros, pero se nos recuerda que hay buenas personas. 

Reconozco que la muerte de Ankran me escoció, aunque no me dolió porque tampoco tuve mucho tiempo para conocerle ni tampoco para valorar esa relación que se estableció entre Yarvi y él, pero su forma de morir sí que me pareció muy bien elaborada y absolutamente cruel. De Shadikshirram hablaré en el apartado de personajes, así que pasemos al final.

Si Grom-gil-Gorm no fuera tan relativamente simple, mi ceja se habría arqueado hasta el infinito cuando Yarvi consigue con tanta facilidad su ayuda, básicamente prometiéndole un saqueo de la capital, pero bueno. La resolución del conflicto es bastante apropiada, a pesar de que se me haga tan apresurada. Es lógico que sea así o Yarvi habría fallado o incluso muerto en el intento de tomar el castillo, pero es muy golpe tras golpe, sorpresa tras sorpresa y de pronto Nada es el tío de Yarvi. No he releído el libro así que no sé hasta qué punto se podía ver venir; sabía que Nada debía ser alguien importante por su habilidad con la espada, pero no fui más allá.




En cuanto al final como tal, desde luego marca un claro contraste con el principio. Puedes ver que el viaje ha servido —puede que más para mal que para bien, pero eso depende de la percepción del lector— y que Yarvi ya no es la misma persona. Que ahora es fuerte, más frío, que ha aprendido lecciones y ha tomado notas de ellas.

Que su vida ya no va a ser nunca igual.

Se cierra bastante bien aunque, por su escasa extensión y porque se dejan un par de cabos sueltos —como la venganza de la princesa o de Grom-gil-Gorm– claramente para próximas novelas, a mí me han entrado bastantes ganas de continuar con los siguientes libros.

En definitiva, es una historia simple pero fuerte, bastante bien hilada y trazada, a la que le falta profundidad pero que aun así se lee muy bien y no tiene grandes momentos en los que se rompa la suspensión de la realidad.

Ahora hablaré de los personajes.

—Yarvi

Como ya sabemos, Medio Rey es la historia de Yarvi, por lo que uno va primero de todo a fijarse qué le sucederá a este pobre niño durante su terrible aventura. A menudo me sucede que encuentro que los protagonistas de las historias son los personajes más planos, peor caracterizados o, simplemente, con menos interés [L: Touché]. Cuando esto es intencional no suelo [R: remarco el suelo] [G: Yo remarcaré el techo] tener tantos problemas, pero por lo general no es el caso y que los personajes secundarios sean más interesantes que el protagonista cuando esa no es la intención me trastoca bastante la lectura.

No es el caso de Yarvi.

Mirad qué cosita
Creo que la clave de este personaje es que se trata de una personalidad muy simple. Es un niño abusado y temeroso, amable pero demasiado concentrado en su propio dolor y lamerse las heridas para ver más allá. Es una verdadera lástima que no pudiéramos ver más de esta faceta inicial, antes de que supiera que iba a convertirse en rey, porque son esta clase de personajes los verdaderamente interesantes, para mi gusto. Gracias a un núcleo tan simple se le pueden extraer muchos matices sin cometer errores garrafales. Así, Yarvi tiene únicamente las contradicciones típicas de una persona real: es buen chico, pero está acostumbrado a velar únicamente por sí mismo; es cobarde pero ansía ser valiente; es introvertido pero se exige que sea extrovertido y no deja de mezclar su personalidad con lo que se necesita de él.

Desde el principio temí que acabara convirtiéndose en una copia de Tyrion de Canción de Hielo y Fuego. No es el caso, gracias a Medea, aunque da la impresión de que va a serlo cuando toma el poder. Su tío acaba rápidamente con las expectativas.

Así, Yarvi tiene el problema de que siempre lo han tratado como un niño inútil y de un momento para otro pasa a ser un esclavo, donde también es alguien que no decide por sí mismo. Habría sido muy fácil dejarse llevar por la corriente después de dar el paso de convertirse en un allegado de Shadikshirram. Pero el encanto de Yarvi es que es una persona resentida y jamás llega a olvidarse de la venganza ni a perdonar a su tío por lo que le ha hecho. Podría pensar que quiere volver junto a su madre o su clériga, pero no es eso; quiere regresar para vengarse. Porque en el fondo sí quiere ser rey, quiere demostrarse que es capaz de hacerlo. Que luego renuncie al cargo sólo demuestra que querer no es lo mismo que necesitar y también que ha aprendido lo suficiente para sobrevivir y, aun así, no quedar reducido a la miseria de ser un esclavo de nadie, ni siquiera del rey o de su madre.

Si algo he lamentado son sus relaciones con otros personajes, que por el ritmo del libro no llegan a desarrollarse en toda la profundidad que hubiera sido posible o al menos en un grado aceptable con nadie, ni siquiera con sus compañeros de remo. Aun así, las muestras que nos da don Abercrombie sirven para mostrar la actitud de Yarvi y lo mucho que ha llegado a apreciarles.

La vida, con todo, no es sencilla y Yarvi tiene que tomar decisiones. Haber sido maltratado, vilipendiado e insultado no es algo que se borre de un momento a otro y Yarvi comprende que hay cosas que debe hacer si quiere conseguir de una vez por todas el poder... Incluso si significa ganarse la antipatía o la frialdad de sus amigos; porque también perdió a dos por el camino y no quiere que esos sacrificios sean en vano.

En definitiva, en el fondo Yarvi no es un personaje tan «complejo», es muy sencillo comprenderle y simpatizar con él y sus circunstancias, lo cual hace que su construcción sea muy buena y que sus dudas y confusiones sí sean profundas.

Porque son a las que se enfrentaría cualquier persona.

—Otros

Disfruté del grupo de compañeros de aventura de Yarvi, a pesar de que no quedan muy definidos. ¿Eso es malo? No. No todo debe ser como El Señor de los Anillos y tener a un arquero —que lo hay en este libro—, a un diestro espadachín —que lo hay— o un enano —¿Yarvi?—, etc. Don Abercrombie se caracteriza por burlarse o toquetear los tópicos de la fantasía medieval con otras perspectivas, así que me imagino que el que sea un grupo tan descompensado es algo que se ha buscado a propósito.

Es de agradecer que ninguno de ellos sea blanco o negro. Todos tienen una faceta oscura o desagradable y otra más amable y atrayente. Depende de cómo les pilles, predomina una u otra forma de ser.

Mi favorito fue Ankran, un esclavo en apariencia creído y capullo, que gusta de robar a su jefa. Don Abercrombie hace que te desagrade de inmediato, que desconfíes de él, que lo prejuzgues y es un trabajo maravilloso porque en el momento en que Yarvi consigue derribarlo de su pedestal para sustituirle, descubres que acabas de condenar a toda la familia del joven. Ankran no es una mala persona; es un esclavo que se aprovecha de su posición porque está, a su vez, puesto contra la espada y la pared. Se juega el cuello de forma constante para asegurarse de que nadie haga daño a su familia. Me parece un giro bastante inteligente en una historia para adolescentes, donde esperas que el mundo le dé la razón al protagonista. Qué malacostumbrados nos tienen las novelas de hoy en día, por Medea.

El caso es que, igual que a veces mezclas los ingredientes de la pócima y te sale un desastre, lo que parece que debe acabar bien no lo hace y Ankran tiene una muerte injusta y, de nuevo, por culpa de Yarvi. El efecto de su muerte tiene un efecto brutal en el rey destronado y, aunque don Abercrombie no insiste en ello una y otra vez, un cambio esencial se da tras este punto de inflexión. Por eso Ankran me ha parecido un buen personaje, aunque hubiera deseado que desde el momento que abandonan el barco se desarrollara un poco más.

Sumael es la única mujer del grupo pero, excepto en contadas ocasiones, apenas notas que sea una mujer, algo que no dejo de agradecer ya que todos los libros aparte de tener la manía de que haya un escaso elemento femenino —pega de la que no se libra don Abercrombie si tenemos en cuenta que este mundo parece ser relativamente igualitario— gustan de resaltarla como elemento de deseo. Aquí no, excepto en algunas salidas de Yarvi que, bueno, está solo y Sumael no es fea. Pero en ningún momento se intenta nada contra ella —es más, al llegar a la granja todos se lanzan a defenderla ante la mera insinuación de que podría pasarle algo sexualmente inapropiado, pero no porque sea mujer, sino porque es del grupo— ni se resaltan sus atributos femeninos. Gran punto a favor.

Sumael tampoco es un personaje sencillo; por debajo de su hosquedad estuvo planeando la fuga de todos los esclavos posibles y ayudó a Yarvi, también es el cerebro del grupo tras este. Es arrojada y valiente. Por otra parte, no está loca; no trató de ayudar a Yarvi cuando intentaron asesinarlo en el barco. Conoce sus límites, no es una samaritana. Es más, cuando termina el libro, continúa su camino y no se convierte en el interés romántico de Yarvi. GRACIAS. Aun así, no es un personaje especialmente destacable ni que vaya a recordar por mucho tiempo. No tiene nada distintivo.

Jaud y Rulf. Reconozco que, aunque mientras leía los distinguía, ahora no soy capaz de hacerlo. Son como el matrimonio de la historia, amigos a morir y, por supuesto, que no pierden la oportunidad de insultarse el uno al otro. Jaud tenía la sencillez de querer volver a beber el agua fresca de su pueblo y duele pensar que jamás llega a hacerlo, mientras que Rulf, que empezó como el personaje del barco más hosco hacia Yarvi, termina decidiendo servirle y protegerle. Hay una cierta evolución en sus personas pero no es nada destacado. Si se hubiera quitado a uno o fusionado los personajes creo que no habría habido demasiado cambio en la historia y eso habla por sí solo. Quizás en un libro más largo ambos personajes habrían dado más de sí.

Nada. Tengo… Sentimientos encontrados con este señor.

VENGANZAAAA
La verdad es que su papel como esclavo castigado y que luego apareciera y ayudara a Yarvi porque este le había echado alguna que otra mano me atrajo, me llamó la atención. Sus diálogos tienen muchos puntos divertidos y el momento en que rompe a llorar ante la amabilidad de la gente de la granja me llegó muy hondo. Con todo, tiene fallos; su «locura» se me antojó más una excusa que otra cosa, y mal llevada, porque luego no terminas de comprender si está loco o simplemente le gustaba fingir, y la revelación final de que es el tío de Yarvi aunque supongo que se podría haber visto venir me… dolió un poco porque solucionó en cierta manera la historia por el sendero fácil y esas cosas no me gustan. Fue la justificación perfecta para que Yarvi no se dedicara a algo donde tampoco tenía oportunidades de triunfar y la excusa para que Yarvi siga viajando sin las ataduras de un rey. Qué decir, no es un mal recurso pero creo que habría sido más interesante si se hubiera enfocado más desde el principio o, simplemente, no hubiera exigido el trono.

Shadikshirram me gustó y su imagen de borracha vestida con colores brillantes, irritantemente hipócrita y pegajosa, pero peligrosa a morir, me pareció muy visual y todavía la tengo metida en la cabeza. Aun así, es un personaje bastante desperdiciado porque apenas tiene escenas; evidentemente no es la idea de esta historia tratar a la capitana del barco, pero hubiera preferido que Yarvi tuviera más encuentros con ella o que se le diera un mayor desarrollo. Cumple, sin embargo, con su cometido y se antoja una enemiga temible, más que Odem porque es una persona cercana y a la que has visto más… Y has aprendido a tener miedo de sus salidas. Es una villana intimidante.

Odem. Otro personaje desperdiciado. Al final el problema de Medio Rey es que tiene demasiados personajes con ideas buenas, pero muy pocas páginas. Cumple con su papel, se le dan las pinceladas necesarias y, madre mía, se le coge asco. Pero, de nuevo, la traición a Yarvi llega demasiado pronto porque no has tenido tiempo para amarle como lo hace el protagonista y el final es tan repentino y después de una ausencia taaan larga que apenas sí tiene relevancia emocionalmente.

Laithlin. Creo que es mi personaje favorito, por encima de Yarvi, porque al principio parece que va a ser una reina repugnante al estilo Cersei de Canción de Hielo y Fuego pero NO. Con la excepción de que se tenga que identificar con un hombre para demostrar poderío —algo que no me convence teniendo en cuenta cómo se ha construido el mundo—, es un personaje muy bien construido y al que no necesitas ver constantemente para apreciar su evolución. Inteligente, controladora, orgullosa, que tiene muy, muy claras sus prioridades [R: no sabéis cómo sonreí cuando le cortó el cuello a Hurik] [L: … Green, creo que no fue buena idea regalarle un hacha por Navidad] [G: Menos mal que la cogimos de plástico], que son el control del reino, la protección de su hijo y acabar con sus enemigos. Nada se interpone en su camino. No llora por su destino cuando van a casarla con un viejo, sino que se resiste y busca soluciones; no duda en ofrecerse a Uthil para casarse con él con tal de evitar que mate a su hijo… Y, vaya, para conservar el poder. Dudo que siguiera enamorada de alguien a quien apenas llegó a conocer. Es bella y lo sabe, pero no está sexualizada.

De mis personajes favoritos, desde luego. La Reina Dorada sí se me quedará en la cabeza durante un tiempo.


Sobre el mundo...




Ya lo comenté en la primera parte, pero la verdad es que el mundo no tiene casi nada porque no es más que un mero escenario donde pasan las cosas de fondo. Sí, bebe mucho de la mitología nórdica de una forma que no se hace tan pesadamente familiar como el El Señor de los Anillos, lo cual es refrescante. También, con pocas palabras, nos enteramos más o menos del funcionamiento de los diminutos reinos del Mar Quebrado y, ante todo, de cómo es la vida de un esclavo en el barco. Realmente no se le puede pedir más.

Con todo, soy una brujita sibarita y hay algunas cosas que aunque me gustaron, me parecieron que no tenían base o una explicación clara.

Como el papel de las mujeres en la sociedad de Medio Rey. Dentro de lo que cabe, cuando estás en el Castillo piensas que tienen poder pero que no se salen de lo que se esperaba de ellas en la época; una reina madre dispuesta a manipular a su hijo y una clériga que también parece ser consejera de reyes. Hasta ahí, bien, tampoco es tan exagerado poner a religiosas femeninas cerca del poder.

El problema es cuando Yarvi sale al mundo. Descubrimos que las mujeres son soldado, que pueden ser propietarias y viajar sin todos los problemas clásicos medievales de la virginidad, la pureza y el NO DEJÉIS QUE UNA MUJER SUBA EN MI BARCO. Desde luego, es algo que se agradece porque una señorita está más que harta de leer siempre lo mismo. Puedo intentar relacionar esta cierta igualdad con el aire de matriarcado —que no es una sociedad matrilineal, ya que Laithlin sigue dejándonos claro que son los hombres los que tienen el poder. Es más, ella no hereda el trono, sino que lo hace su hijo o el hermano del anterior rey. Ni Laithlin ni Isriun aspiran más que a ser esposas o madres de un gobernante— que tiene la sociedad, algo que se ve claramente en la religión, donde los papeles tradicionales occidentales están invertidos. La guerra, la sangre y la muerte, además del mar, se relacionan con una mujer, mientras que la paz, la tierra y el sol se relacionan con un hombre.

Supongo que a veces no es necesario destriparlo todo, que lo bonito es lo que se muestra y ya. Aun así, hace un tiempo hice un artículo sobre el feminismo en las novelas de fantasía medieval y no puedo evitar que esto me chirríe porque no hay ninguna explicación. Pocas sociedades han tenido igualdad de sexos, ni siquiera nosotros la tenemos ahora, y me gustaría que hubiera un cimiento algo más sólido que me explicara por qué una reina sigue siendo un útero andante mientras que las mujeres de a pie pueden tener propiedades, entrar al ejército e incluso ser oficiales.

Al menos no es un feminismo flagrante que se aplique solo a Sumael para que sea la chica guay del grupo, sino que es algo que parece extenderse a todas las mujeres de la obra. También quiero pensar que se hablará de algo más que el mito de la creación en siguientes entregas, para aprender más de los misteriosos elfos o de la religión en sí, que se dice lo básico pero no se ahonda demasiado.

Con todo, estos «vacíos» se perdonan porque, como ya he comentado, es un libro muy corto y bastante juvenil, que no espera ser examinado punto por punto.

Es un libro muy recomendable, que se lee rápido, apenas hay problemas con la suspensión de la realidad y que trata con mucho mimo a su protagonista, machacándolo emocionalmente y haciéndolo sufrir para que madure. Como debería ser [L: =D].

LO MEJOR...  la narración fluida, la historia, Yarvi y la dureza de las escenas sin que sean gratuitas. Que no se tome a los lectores por idiotas.

LO PEOR... los personajes no tienen tiempo para desarrollarse, hay algunas escenas en las que es difícil creer que Yarvi sobreviva y el final puede resultar algo precipitado y mágico en su resolución. También el lore es muy escaso.

(Todas las imágenes pertenecen a sus respectivos dueños)

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en todo. A mi también me pareció muy apresurado tanto el desarrollo de personajes como las relaciones entre ellos. En cuanto al mundo pues es igual de igualitario que el nuestro y se va mas en los siguientes libros ( por lo menos en el segundo), ademas de mas presencia de personajes femeninos.
    Pero en general, es un libro interesante y recomendable.
    Saludos

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    1. ¡Más personajes femeninos! La verdad es que tengo bastante interés por las siguientes entregas y ver cómo lo desarrolla todo. En La mejor venganza, don Abercrombie juntó a dos mujeres (y luego hubo durante un capítulo tres) pero no eran realmente compañeras así que me decepcionó un poco 8( A ver qué tal sigue la historia de Yarvi, espero poder comprarme pronto el resto de la trilogía.

      ¡Un saludo!

      Atte. Rika~

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