Título: Clorofilia
Autor: Cristina Jurado
Sinopsis: ¿Quién es Kirmen? ¿Por qué el joven no se parece a sus padres, ni a sus amigos, ni a ninguno de los habitantes del Claustro? En el exterior de las cúpulas que protegen a los últimos habitantes de la Tierra, una tormenta eterna y monstruosa se ceba con el planeta. Kirmen sigue cambiando y, mientras tanto, no deja de soñar con salir. Al exterior. A la tormenta. ¿Qué es Kirmen?
Editorial: Cerbero
Número de Páginas: 135
¡Bienvenidos a la Mazmorra una vez más, Green a vuestro servicio!
Hace algún tiempo, Rika y yo salimos de la mazmorra y nos aventuramos en un picnic que la editorial Cerbero [R: el editor no tenía tres cabezas 8<] organizaba. Claro está, fui a cotillear su catálogo y, de entre todos los libritos que tenían, fue Clorofilia el que me llamó poderosamente la atención. Como soy una dragona vieja que no mete su cuenta de banco en Internet ni harta de hidromiel, no tenía medios para pagar un ejemplar electrónico y no tenía suficiente dinero para uno físico. A las pocas horas Rika me ayudó [R: como siempre hago <3] y me compró el tan ansiado ebook.
Por motivos de transporte tardé dos días en leerlo y a medida que lo iba haciendo, mis expectativas cayeron en picado. Luego buscando reseñas adicionales me he encontrado con que nadie parecía haber leído lo mismo que yo. ¿Dónde está la historia maravillosa de la que habla todo el mundo? ¿La ciencia ficción? ¿Dónde está todo? Llegué a la conclusión de que había leído un libro distinto, que la historia no era para mí o que sencillamente mi suspensión de la incredulidad era una mierda.
O paparruchas de esas.
Así que desde mi más profunda frustración por no haber podido maravillarme con este librito, doy paso a la reseña.
Clorofilia inicia con un capítulo 0 que nos introduce en el mundo de la historia, un planeta Tierra en el que sopla constantemente el viento y está cubierto de un polvo que impide a la humanidad hacer su vida normal [R: muy a lo Interestellar, para que os hagáis una idea]. La civilización como nosotros la conocemos se está yendo al carajo, de una manera y con unas consecuencias que me recordaron mucho a Los últimos días, así que fue bastante agradable y como una vuelta a casa. Por supuesto seguimos a un personaje a través de cuyos ojos vemos el mundo y en qué se ha convertido. Como no me acuerdo de su nombre de persona voy a llamarle ya Doctor y me ahorro quebraderos de cabeza.
Cuando ya te estás imaginando por dónde van los tiros y qué va a pasar con la Humanidad a la sombra de las tormentas de polvo, el Doctor se topa con un hombre que le dice que hay un lugar en el que puede volver a investigar como hacía en los viejos tiempos y salvar el mundo. Doctor va a ese sitio y con una salvaguarda del otro hombre le aceptan en la comunidad de vecinos.
Entonces se cierra el telón.
Es cierto que el capítulo 0 me incitó la curiosidad. Tras el corte que coincidió con el parón por bajarme del tren, fantaseé sobre lo que me podría encontrar después. ¿Cómo iba a ser lo del chico árbol? ¿Cómo serían los experimentos? ¿M encontraría un núcleo sobre la búsqueda de la identidad o sobre lo que significaba ser humano o no serlo?
Pues… no sé si leí mal, de verdad, no sé qué pasó que no me encontré con nada de lo que había especulado. En cambio sí di con una historia narrada a trompicones porque el presente se mezclaba con flashback para explicar… en lugar de mostrar.
Kirmen es uno de los últimos niños que nacieron sanos en el Claustro, el conjunto de cúpulas que constituyen lo que queda de la Humanidad (aparte de otras mencionadas cúpulas lejanas). Afuera la tormenta de arena y polvo encrudecieron y nos cuentan que han pasado bastantes años desde el tiempo del capítulo 0 así que asumimos que las personas que no fueron invitadas a las cúpulas murieron (lo cual tiene su lógica, oye).
Doctor es ahora un viejo científico retirado y uno de los pocos seres humanos que recuerdan el mundo exterior cuando este era verde y fresco. Lo de que estaba jubilado lo tardé en pillar porque te lo presentan como que la persona al cargo del experimento de Kirmen para convertirlo en árbol. Un detalle que me gustó fue que no dicen en ningún momento que van a convertir al chiquillo en planta para que pueda respirar ahí afuera, sino que a través de las descripciones de su cuerpo te haces más o menos a la idea.
Lo que me sacaba bastante de quicio fue el atropello de esos flashbacks, que se narraban una y otra vez, recurso del que creo que se abusó demasiado para contar determinadas cosas que no hacían faltan, visto el final. Tampoco se profundiza demasiado en el experimento en sí, ni hay un núcleo de reflexión personal real para Kirmen. Los flashbacks, como comento, estropean el ejercicio de introversión y con lo que más me quedé fue con ganas leer la realidad de la vida del muchacho y el día a día sin más, como si fuera una historia de las batallitas de otro pasado aún más lejano y no una suerte de explicaciones crudas. Quería saber del Claustro en general, del experimento y no que me contaran que el protagonista y su mejor amiga en realidad son novios y se tocan [R: y que el semen es verde. Eso es tan importante] [L: Why not].
Los Sims ya predijeron lo que pasa en Clorofilia. |
Lo que me encontré fue una historia que me daba la sensación de que no estaba terminada, o que si estaba así terminada había demasiadas lagunas entre el presente, los flashbacks y escenas que no venían a cuento.
Los personajes son… planos, con quizá la excepción de Kirmen. Los padres de este parecen no existir salvo en alguna mención y el final evanescente. La madre se acuesta con el Doctor ¿?????¿¿¿¿?
Por qué existe ese detalle en la historia es un misterio para mí ya que Kirmen es bastante apático con respecto al tema aunque intente decirnos lo contrario. No sirve para absolutamente nada [L: Para que estén de buen humor].
El Doctor de repente es un científico chiflado y pervertido en total desconexión con el hombre que vimos en el capítulo 0. Guarda quistes del muchacho en frascos y habla con ellos y hasta se nos describe que uno tiene forma de pene aunque no es el pene real (hubiera molado que hubiera sido el pene y Kirmen se hubiera quedado sin él, cosa lógica si va a ser una planta).
En realidad todo está en desconexión con el capítulo 0 por la cantidad de tiempo que ha transcurrido entre un momento y otro. Si esa suerte de introducción se quitase de ahí, no podría darme más igual puesto que Kirmen mismo ya nos cuenta y especula sobre ese mundo extraño y pasado y las personas que lo conocían [L: Y que nosotros conocemos, so…]. Es reiterar sobre algo que ya no importa puesto que no sabemos ni queremos saber por qué el Doctor se ha convertido en un viejo verde amargado.
Ah, sí, el consabido «me apartaron del trabajo de toda mi vida».
En serio, no me da ninguna lástima viendo cómo trata a muchachas como Jana, a las mujeres que abortan (que no entiendo porqué no hay condones o métodos para evitar los abortos si saben que ya no concibe nadie en años) o a la propia madre de Kirmen (diréis que mal no, pero bueno, cuestión de opiniones como dicen por ahí). Un diez para los personajes femeninos.
Jana está para hacer bonito. En serio, está para hacer bonito, que Kirmen tenga un amigo que se convierte en interés romántico y motivo de diálogos en los que te mascan el núcleo pobre y la reflexión si es que los quieres sacar. Jana también está para que su padre abuse sexualmente de ella porque… sí, y para magrear al Doctor en un sinsentido de escena gratuita que no sirve para absolutamente un pimiento. Ah, para averiguar lo del padre abusador y que a nadie le importe porque seguidamente Kirmen sale a la calle y se termina de transformar en árbol.
Kirmen Vs el resto de la Humanidad |
Y ya está, eso es todo, eso es Clorofilia, una serie de recuerdos a través de un experimento para darle el paso adelante a una Humanidad en declive y que culmina con un final abierto (demasiado abierto para lo poco que se ha construido a lo largo de la historia). Quizá es que soy de la vieja escuela, o que leí otro libro distinto (quizá me confundí de ebook), o que ese día no estaba inspirada, pero me llevé una gran decepción con respecto a lo que me prometían en la sinopsis de arriba. Es cierto que es una novela corta, muy corta, y que hay que priorizar espacio para según qué cosas, y precisamente por eso cuando leo la escena de Jana toqueteando al Doctor para que luego él chille que el padre abusa de ella, me quedo a cuadros y chirigotas.
Cristina Jurado no escribe mal, pero con este libro tampoco podría decir que haya escrito bien… La historia de Kirmen y su transformación me dejó totalmente fría, sin sacar nada de ella, como si algo faltase, como si hubiera algo inconcluso. No sé, quizá yo iba con demasiada expectativa y por eso me he pegado un batacazo. O quizá no era el libro más adecuado para mí, tampoco lo sé.
Lo único que sé es que voy a hacerle caso a Rika y voy a ir directamente a por 36 [R: ejeje, pronto tendréis reseña <3].
Piedras, tomates y pepinos a la cesta de las verduras que hay en la entrada, gracias.
[L: Nos hacemos ensaladas muy ricas]
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