Título: The Twelve Kingdoms. Skies of dawn
Autor: Fuyumi Ono.
Sinopsis:
The fourth volume in the international bestseller - now in paperback! After a year of depending on her ministers to govern the kingdom of Kei, Yoko follows Keiki's advice and descends the mountain to live among her people, eager to learn how to be a better leader from the village's wise-man, Enho. However, when Enho is kidnapped, Yoko finds herself thrust into an all-out war between the kingdoms. Friendships and alliances are put to the test during the Battle of Wa Province. Can Yoko summon the strength to take up her responsibilities as king?
Editorial: Tokyopop, 2010
Número de Páginas: 320.
Autor: Fuyumi Ono.
Sinopsis:
The fourth volume in the international bestseller - now in paperback! After a year of depending on her ministers to govern the kingdom of Kei, Yoko follows Keiki's advice and descends the mountain to live among her people, eager to learn how to be a better leader from the village's wise-man, Enho. However, when Enho is kidnapped, Yoko finds herself thrust into an all-out war between the kingdoms. Friendships and alliances are put to the test during the Battle of Wa Province. Can Yoko summon the strength to take up her responsibilities as king?
Editorial: Tokyopop, 2010
Número de Páginas: 320.
¡Volvemos con mi autora adoptada, Fuyumi Ono, y a su saga de Doce Reinos! Reseño este tomo antes que cualquier otro porque, a pesar de que es el cuarto volumen en venderse, cronológicamente sería el segundo desde el punto de vista de Youko (el primero sería Sea of Shadow) y quiero seguir su historia antes de pasar a las demás. Soy una rebelde, jojo.
Me resulta curioso saber, ahora que abres la página de Wikipedia y ves la cantidad de tomos que tiene la serie, que Fuyumi Ono no pretendía continuar la historia de Youko. Demos gracias al buen recibimiento de que tuvo la serie (y el anime) y que esto permitió que pudiera ampliar el mundo mediante distintos personajes. Así que ya podéis imaginaros qué es lo que pasa gracias a la sinopsis: esta historia pretende ampliar lo que ya se nos dio por encima en Sea of Shadow y también en las novelas anteriores que tocan el reino de En, por ejemplo, solo que centrándose en la vida de Youko como Emperatriz.
Sin embargo, en esta ocasión Youko comparte protagonismo con otras dos chicas.
Tenemos por una parte a Suzu; al contrario que Youko, que es taika —es decir, nació en los Doce Reinos pero acabó en nuestro mundo—, ella es una verdadera kaikyaku que hace unos cien años acabó arrastrada al reino de Sai. Convertida por una serie de eventos es una hechicera capaz de vivir cientos de años, se mantiene como una joven cobarde y reprimida de dieciséis años bajo el mandato de una mujer bastante cruel y que la usa como cabeza de turco.
Por otra, tenemos a Shoukei, princesa del reino de Hou y superviviente de la revolución que acabó con la vida de sus padres. Cargando con el rencor de haber visto cómo mataban a su madre frente a sus ojos e incapaz de asumir que su padre no fue un buen rey, acaba como una huérfana resentida y que emprende un largo, largo viaje para recuperar lo que siempre ha considerado suyo.
A la izquierda Suzu, a la derecha Shoukei |
Ambas terminarán reuniéndose en el pobre y todavía inestable reino de Kei, donde Youko sufre por imponerse a unos ministros acostumbrados a mandar, en especial porque es una niña y no tiene prácticamente conocimientos que la permitan desenvolverse con soltura. Ni siquiera sabe leer la escritura típica del reino y necesita que su kirin Keiki le lea en voz alta los decretos. Frustrada y cansada, toma la decisión de no permitirse caer en la desesperación y abandona el palacio para ir a educarse con un viejo sabio llamado Enho.
Pero, por supuesto, hay más. Kei es un reino que lleva años sin una Emperatriz decente y la corrupción se ha extendido por varias provincias. Investigar estos hechos, incluyendo una acusación de traición a uno de los gobernadores que podría merecer la pena de muerte, es lo que sirve de excusa para aprender más de Kei. Gracias a Shoukei y a Suzu también vemos las diferencias entre reinos con Emperadores que se han asentado unos años o los desastres que suceden cuando se pierde al Emperador y al kirin. Se exponen los problemas de gobernar. Todo Emperador tiene algo que le permitiría ser el gran gobernante que necesita su reino, pero puede salirse del Camino con facilidad. El padre de Shoukei, por ejemplo, se obsesionó con las leyes y la justicia, mientras que en otro reino una niña lleva gobernando 90 años mejor que muchos adultos [L: No me importaría tenerla de ahijada]. Youko tiene las mismas características que las Emperatrices que se escogieron para Kei con anterioridad y fracasaron, así que tiene una pesada carga de la que ocuparse.
Así, se presentan diferentes puntos de vista de los Doce Reinos y evolucionan gracias a las situaciones que viven. Se plantean preguntas como ¿hasta qué punto puedes excusarte en tu ignorancia cuando estás en un cargo de poder? ¿Durante cuánto tiempo tienes derecho a lamentarte de tus circunstancias antes de recuperar las riendas de tu vida?
Podríamos decir que esta entrega de Doce Reinos trata bastante el tema de la responsabilidad y de dejar de lamerse las heridas, por dura que sea la vida. Youko aprendió a sobrevivir sola, pero ahora le toca cuidar de más gente. De un reino entero. Sus compañeras, por su parte, también están alienadas por la sociedad y obsesionadas con su propio dolor, como una vez le pasó a Youko.
Esta soy yo con el libro (solo que soy más guapa). Abusaré de este gif en el análisis, avisados estáis. |
Tener protagonistas diferentes, venidas de diversos estamentos, sin duda es un cambio que se agradece. Personalmente además he disfrutado mucho del worldbuilding, que se profundiza y nos habla de los pocos dioses que se tienen en este mundo, de castigo kármico, de la economía y de la mentalidad de la gente.
Diría que, como cosas que no me terminan de gustar, faltan más personajes femeninos por mucho que los tres principales sean potentes. Y no es que solo estén ellas, tenemos dos Emperatrices, una noble y también un par de plebeyas. Pero sus papeles son más transitorios que los de los hombres que aparecen. Es cierto que al menos, en el reino de Youko donde todas las mujeres fueron expulsadas, se justifica su ausencia y hasta se comenta que habrán ido a buscar empleos mejores en cualquier sitio donde sí las valoren. Pero no deja de ser triste que tengamos tantos buenos personajes masculinos y no se pudiera hacer más sitio a chicas. Por suerte, cuando nuestras jóvenes se reúnen ya es otra historia.
A veces el texto peca de ser explicativo y muchos diálogos solo están para expresar cómo piensa la gente y para criticar las mentalidades egoístas. No digo que no sean reflexiones interesantes, solo que, por ejemplo, a veces quedan fuera de lugar en un niño de 12 años, qué quieres que te diga doña Ono. También vuelve el problema de los términos en japonés que son bastante difíciles de transmitir para alguien que no sepa o no esté interesado en el idioma. Que los personajes tengan su nombre normal y otro público además del cargo seguramente hará que implosione la cabeza de más de un lector. Eso y los detalles administrativos que, claro, tienen su nombre chino, su traducción al inglés y los españoles nos quedamos mirando al cielo. [L: Y ahí arriba tampoco está la respuesta]
De todas formas, son detalles que tampoco se interponen demasiado en la lectura pero, desde luego, este no es un libro para quien quiera simplemente disfrutar de una aventura. Es una historia que te obliga a ponerte en el lugar de las protagonistas y aprender y madurar con ellas. Sin dejar de ser juvenil, plantea conflictos que deberían leer muchos adolescentes y los resuelve de forma más o menos inteligente. A menudo, de una forma dura.
Es un libro muy recomendable para cualquiera que esté cansado de la fantasía occidental o la sobresaturación de protagonistas masculinos. O que quiera un mundo lógico y coherente sin dejar de ser fantástico. Y que tenga cierta dignidad con los unicornios. Además, no necesitan leerse las otras novelas para comprender esta historia, de modo que se puede empezar perfectamente por aquí y luego explorar las demás.
¡Me muero por publicar el análisis y hablar del WORLDBUILDING!
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