¡Bienvenidos a la Mazmorra! ¡Frederika a vuestro servicio! Esta vez vamos a buscar ejemplos para crear una religión basada en nuestra cultura occidental. Recordad que esto no es un cómo hacer una religión, sino una serie de reflexiones con novelas existentes sobre dónde buscar buenos referentes para empezar a trabajar.
¿Qué es una religión? ¿Cómo funciona? ¿Se come? ¿Es algo más que ir a misa todas las mañanas? ¿Tienes que creer para ser partícipe de una religión?
Pues definir una religión es un asunto complejo, así que dejaré ese asunto en manos de gentes más capaces que yo, de modo que imaginad lo delicado que es elaborar algo así en una novela de fantasía. Puede que por eso no se le preste mucha atención. Hasta donde he visto, te sueltan cuatro dioses para rezar, un sacerdote malo, una bruja y tirando. ¡Y eso si hay sacerdotes! En ocasiones la figura del sacerdote se mezcla fuerte con el de brujo/a y tenemos así a las Aes Sedai de La rueda del tiempo o a los hechiceros de la Dragonlance —sí, sé que hay sacerdotes, pero su papel como religiosos es casi nulo al lado de los hechiceros que respetan y promueven las enseñanzas de sus respectivos dioses—.
¡Ojo! No en toda historia tiene que haber religión, pero debería ser una decisión consciente. Por ejemplo, la que hizo don Tolkien al señalar que no deseaba que hubiera en la Tierra Media nada similar a una religión o la opción de doña Fuyumi Ono en sus Doce Reinos, donde hay dioses pero su presencia es muy superficial porque para eso están los Emperadores. En cambio, don George RR Martin metió una religión aparentemente importante (la de los sentones) pero que no tiene un especial desarrollo, solo el justo para atraer a un lector y doña Rowling metió toda la religión cristiana pero jamás la profundizó ni la explicó desde el punto de vista de los magos.
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Sin duda Tolkien tenía unos Valar impresionantes,pero no hay ninguna religión a su alrededor. |
Así que, en general, considero difícil encontrar un libro que tenga una religión bien construida. Por ello y para desgracia para los lectores, a veces hablaré más de la Biblia o religiones actuales que de novelas pero ¡qué se le va a hacer! Si algún alma caritativa muggle quiere recomendarme libros donde se toquen estos temas, iré encantada a leerlos.
Para empezar, una breve explicación. La religión suele ser institucional, al menos desde el punto de vista del worldbuilding, pero puede no serlo. Si cogemos por ejemplo la idea animista del Clan del oso cavernario —y mirad que no me gusta el libro pero tiene buenos puntos— encontraremos que hay unas ideas muy básicas relacionadas con la naturaleza que se comparten entre varias familias o clanes. Se rinde culto a estas criaturas y hay una suerte de chamán para interpretar sus designios.
¿Es una religión? Nnnno. El animismo que encontramos entre los dioses de los árboles de Canción de hielo y fuego o los kami japoneses es eso, animismo, no religión.
Una religión, a nivel general, tiene ciertos puntos que se comparten en cualquier lugar: un dios, diosa, dioses, o figura divinizada —como ha pasado con el budismo—; un texto escrito (no es imprescindible, pero en religiones grandes suele pasar para recoger las enseñanzas de los mayores sacerdotes), una especie de ley básica (puede ser la shari’a o los textos canónicos de la Iglesia Católica), sacerdotes ordenados, un templo, un símbolo para representar a la religión y fechas. Muuuchas fechas. ¿Hay más? Ooh, sí. Las religiones se suelen relacionar con una lengua concreta, como el cristianismo con el latín, el Islam con el árabe o el judaísmo con el hebreo. También hay reglas a la hora de vestir, a la hora de comer, de rezar, de enterramiento, de boda.
¡Pero calma! No se puede ver todo en un único artículo y vamos a tratar lo más simple posible de forma superficial. ¡Allá vamos!