Recordatorio

No somos profesionales, simplemente nos gusta leer y tenemos tiempo libre, así que a veces cometemos errores.

jueves, 31 de mayo de 2018

De feminismo y personajes en general: la victimización de las mujeres


¡Bienvenidos a la Mazmorra! Soy Rika y esta vez vamos a hacer una suerte de extra en la serie de De feminismo y personajes femeninos/masculinos porque no sé bien dónde debería incluir este artículo. Por una vez cae una reflexión corta, al menos para los estándares de esta serie, y menos detallada. Quiero hablar de cómo las mujeres somos potenciales víctimas… Y cómo el ocio no duda en explotarlo como fetiche. 

Sé que parece evidente pero, como con todo, a veces las cosas evidentes hay que detallarlas un poquito para que seamos conscientes de ellas. 
No soy particular fan de la novela negra, pero de vez en cuando cualquiera tiene capricho y se sienta a leer un par de libros o, con más asiduidad, ve series o películas. No soy la excepción. Y siempre, siempre, siempre me fastidia una cosa: las víctimas casi son solo mujeres. Eso por no hablar de la negación a escribir sobre mujeres asesinas.

Ellas son la gran mayoría pesar de que, y no estoy entrando en el «20 hombres muertos por violencia de género», sabemos que hay muchos varones de todas las edades que mueren a manos de asesinos. O puede que no lo sepamos. Cuando hablé con mi señora madre sobre el tema, me miró con cara de pasmo y dijo así que ¿hay asesinos en serie de hombres? Me dieron ganas de arrancarme el sombrero y aplastarlo en el suelo. 

Nos hemos acostumbrado a que los asesinos en serie, da igual el formato, solo persigan mujeres. Los asesinatos de hombres parecen ser más casuales, quizá porque se interponían en su camino o porque estaban en el lugar menos adecuado. No es la regla, claro, pero sí lo más habitual. Al final se crea la sensación de que solo se persigue a las mujeres. Y eso es mentira. 

Jack el Destripador es de los favoritos para reimaginar asesinos con mujeres vulnerables

 
No puedo evitar preguntarme: ¿por qué solo se escoge a mujeres como víctimas de estos atroces sujetos que queremos representar en nuestras series y escritos? En ocasiones solo se quiere hacer una descripción histórica de algún asesino real o se coge como ejemplo a una o dos figuras que sean acordes a lo que el escritor quiere representar. En general, sin embargo, la gente no se plantea que pueda haber más víctima que una mujer porque el mundo nos enseña que son ellas las violadas, descuartizadas y secuestradas

Así pues, el mundo patriarcal, curiosamente, invisibiliza y niega la posibilidad de que el hombre pueda ser una víctima. Lo cual también es una violencia de género a su manera. 

Siempre lo he sabido, pero no me di cuenta del todo hasta que empecé a leer El Alienista de Caleb Carr. Hasta entonces me limitaba a poner los ojos en blanco y resoplar sobre que, por supuesto, otra vez había una mujer muerta. Pero con este libro me quedé a cuadros. Ya iba preparada para otro asesino en serie que se dedica a cazar jovencitas o mujeres morenas o rubias o quién sabe, con la excepción de que lo hace a finales del Nueva York del siglo XIX. 

Y no.

Las víctimas de esta novela son niños prostitutos, mutilados de formas horribles y a los que la sociedad da la espalda. Nadie escribe noticias sobre ellos porque no interesan. Son unos desviados, unos enfermos que se merecen lo que les pase. Están aún más invisibilizados que las prostitutas mismas. Estamos tan acostumbrados a que una mujer sea víctima de trata que ni se nos pasa la cabeza mirar alrededor y encontrar también otras víctimas. 

Porque el hombre no puede ser una víctima a menos que sea de manera… masculina. Ya sabéis, que lo asesinen por la espalda a traición, que le den una paliza o amenacen, que muera defendiendo a alguien. ¿Una víctima sexual? Por favor, eso está por encima de los varones. 

Leyendo al hombre que acuñó el término asesino en serie, Rober K. Ressler, me sorprendió encontrar que entrevistó a un alto número de asesinos de hombres y niños para crear perfiles psicológicos. Y no quiero decir que Ed Kemper, Manson u otros sean menos importantes porque asesinaran mujeres. Lo que me importa es señalarlo porque me sorprendió. Después decidí ver la serie basada en sus experiencias de campo, MindHunter, que hace una adaptación muy libre de cómo se fueron creando los perfiles criminales. A pesar de tener todas las referencias, de contar con libros e innumerables datos de referencia de estas investigaciones... Solo llevaron a la pantalla a los asesinos de mujeres. 



Sin duda a todos os sonará el nombre de It, también conocido como Pennywise. Una encantadora entidad que devora niños y los hace flotar en las alcantarillas. Para crearlo, don Stephen King se inspiró en John Wayne Gacy. Este hombre llevó a cabo más crímenes —registrados— que cualquier otro asesino de la historia de Estados Unidos por la época y como se sentía tan seguro, actuaba para niños disfrazándose payaso y le gustaba realizar actos benéficos. La posibilidad de que asesinos como Gacy o Kemper —que disfrutaba haciéndose amigo de los policías y hablar con la madre de una de sus víctimas cuando llevaba el cadáver de la chica en cuestión en el maletero— se acerquen a tus hijos y decidan que pueden matarlos es escalofriante, terrorífica. Por eso don King la cogió y adaptó a su libre forma. 

Lo que pasa es que Gacy… Mataba sobre todo hombres. En It, Pennywise devora a un joven homosexual, pero más allá de eso siempre persigue niños pequeños. Gacy no tenía esa limitación. El mayor criminal conocido de la época cazaba chicos gays y no tan gays, a los que engañaba, drogaba y emborrachaba para luego asfixiarlos y arrojar sus cadáveres por distintos sitios… Si es que no los enterraba con cemento en el sótano de su casa. 

Cuando todos los cuerpos habían sido encontrados, el número total de víctimas ascendía a 33 (29 dentro y debajo de la casa, 4 en el río), el mayor número de personas muertas a manos de un solo asesino en la historia de Estados Unidos. La mayoría eran varones jóvenes de entre 15 y 20 años. Puede que Ted Bundy hubiera matado a un número superior de personas, pero no fueron encontrados todos los cuerpos, ni todos le fueron atribuidos directamente. Oficialmente, John Gacy era el peor asesino de la era moderna.
Asesinos en serie, de Robert K.Ressler (p. 301)

Todavía tengo que leer sobre los crímenes de España —un libro me saluda desde donde espera para que lea el estudio— pero estamos saturados de la vida de Estados Unidos. Gacy se ha convertido en uno de los villanos de la literatura gracias a Gacy —te odio, King, por hacerle hembra. Gracias— y aun así ninguna serie, ningún libro representará a cazadores de niños y de jóvenes. 

Algunas de las víctimas de Gacy
¿Por qué es tan importante que los hombres no sean víctimas y que nosotros seamos cómplices, como lectores o escritores, de esta idea? 

Primero, porque es necesario que las víctimas sean femeninas. La posibilidad de que un hombre (homosexual, bisexual o heterosexual, tanto da. Gacy tenía esposa e hijos, como tantos otros asesinos de preferencia homosexual) cace a jóvenes que superan la adolescencia es un insulto. Más porque Gacy era bajito y aparentemente poca cosa. La masculinidad es frágil, en especial la patriarcal. Así que es necesario que se resalte que sí, las víctimas potenciales somos las mujeres, no importa la edad. 

No estoy diciendo, bajo ninguna circunstancia, que esto deba negarse o borrarse. Las mujeres somos la mitad de la Humanidad que ha llevado la peor suerte y la mayor persecución y maltratato. Es una realidad. Pero el ocio fetichiza y sobrevictimiza a las mujeres al volverlas las únicas que siempre mueren, sea de forma sexual o no. 

Segundo, porque el patriarcado no quiere empatía. Imaginaos si hubiera libros que advirtieran a los chicos, desde jóvenes, que a ellos también les puede pasar. Que una mujer o un hombre no solo va a ir a por ellos cuando son tan pequeños que aceptarían caramelos. Imaginaos que enseñaran que a veces no es un gigante de dos metros el que puede contigo, te viola o usa sexualmente, y te mata después. Imaginad cómo sería que los chicos estuvieran advertidos y supieran que hay peligro para ellos. Y las chicas lo sabrían también.

¡Pero Rika, hay muchas víctimas masculinas en las series y libros!

Recuerdo empezar a ver la serie de Hannibal y que apareciera una escena dantesca, donde a unas personas se les había abierto la piel de la espalda para que parecieran ángeles. Había hombres. Recuerdo varios capítulos de Mentes Criminales donde se muestra cómo se asesina a hombres. En las novelas de Henning Mankell se da una ocasión en la que mayoría de las víctimas son hombres.

No estoy diciendo que no existan. 



Sin embargo, sí se dan evidentes diferencias. Casi nunca se nos describe la caza de un varón que sabemos que va a ser asaltado sexualmente porque eso hace que el escritor o el espectador o el lector (masculino) se sienta incómodo. Una cosa es ser secuestrado  —hecho que tampoco tiende a describirse con ese aire de persecución con el que tanto se muestra a una chica mirando por encima del hombro, corriendo en medio de la noche, asustada y vulnerable— o asesinado, y otra ser una víctima fetiche, como suelen ser las de los asesinos en serie

En Origen se tiene que secuestrar a un joven para cambiarle la mente, pero eso no importa tanto como la aventura. Déjame salir comenzó con una escena terriblemente incómoda de un joven al que seguía un coche y me sorprendió y puso los pelos de punta porque casi nunca he visto que le pase eso a hombres. Era nuevo, diferente, una nueva forma desagradable enfatizada porque el joven en cuestión era negro y sabías, casi sin ninguna duda, que dentro de ese bonito coche iba un blanco.

Era una caza. 

Cada vez tenemos más mujeres policía en series como Mentes Criminales, en historias como las de Fred Vargas, o la Trilogía del Baztán y hay series protagonizadas por policías mayores como Happy Valley. Ya teníamos hace años a Clarice del Silencio de los Corderos y no es la única. Aún necesitamos más. Algunas tratarán las dificultades de avanzar en los puestos de hombres, otras hablarán de las dificultades con los presos. Otras, con algo de suerte, dará igual.

Pero también necesitamos fijarnos en las víctimas. Si en El Alienista la policía escupe y se ríe de los niños prostitutos, que se lo estaban buscando porque qué niño va vestido de mujer y se acuesta con hombres, ¿qué mensaje dan las novelas o las series que se niegan a reconocer que los adolescentes y hombres jóvenes (o no tan jóvenes) también pueden estar en peligro?
 
Gacy invitaba a chicos a los que contrataba a su casa o cogía a chicos por la calle sin problemas, igual que muchos asesinos llevan a chicas en su coche porque estas hacen autoestop o porque las acercan «a casa». En otra ocasión Joubert IV, jefe local de los Boy Scouts, secuestró, desnudó y mordió antes de degollar a muchachos desconocidos porque desde niño soñaba con devorar a sus niñeras. Pero acabó persiguiendo a chicos. 

¿Cuántos ejemplos así os encontráis a menudo en la televisión o en las novelas?

En cambio, las mujeres son exhibidas como constantes piezas y trozos de carne en una constante y agotadora Mirada Masculina. A muchas series les encanta recrear la fantasía del asesino, para provocarnos mórbido rechazo, pero no deja de sobreexponer a las mujeres como objetos sexuales. En la constante caza de asesinos, pocas veces hay sitio para la crítica o la profundización. En el mundo real nosotros, el público, no veremos las cabezas decapitadas enterradas en un jardín, ni los cuerpos desmembrados arrojados a un mar. Con mucha suerte no veremos los cuerpos de las enfermeras que Speck acumuló, una tras otra, y de la que solo una mujer tuvo la suerte de escapar para denunciarlo. Tampoco veremos lo que pasa con mujeres destripadas y violadas, ni mutiladas. 

Pero nos hemos inmunizado a base de ver series y de leer libros. Nos acostumbraremos a que rajen a una mujer entre las piernas —yo lo estoy— y solo me estremeceré cuando lea en El Alienista que a un chaval de 14 años le arrancan los genitales y hacen cosas que no quiero decir con ellos. Porque es un varón y me resulta nuevo e inesperado. 



Cuando leemos a Thomas Harris y El Dragón Rojo, El Silencio de los Corderos, o a Mary Higgings Clark y vemos víctimas mujeres, hay que saber que se entrevistaron con hombres como Ressler para conseguir datos que les pudieran ser útiles sobre los criminales. Hannibal Lecter, aunque nacido de la mente de Harris de forma exclusiva, tiene elementos de diferentes asesinos en serie y se come partes de ellas.Han salido muchas copias y ejemplos variados en otras historias. Pero solo tienden a ir a por mujeres. 

¿De dónde sale este canibalismo? Pues... hubo asesinos en serie como Richard Chase, que fue capturado después de que una de sus víctimas escapó, esposada y al borde de la muerte. No solo la había violado, sino que le sacaba sangre para bebérsela y eso fue lo que estuvo a punto de matarla. En su caso, sus víctimas eran exclusivamente femeninas. 

Pero por otro lado tenemos a Jeffrey Dahmer, que tenía muchos elementos de Chase y Gacy, y mató al menos a 17 chicos, con crimen de necrofilia, mutilación y canibalismo. Era un asesino sexual que tuvo en su casa a un muchacho de 14 años y, a pesar de que unos policías inspeccionaron la misma, permitieron que se quedara cno él y a los pocos minutos lo mató. ¿No es escalofriante? ¿No merece la pena hablar de estas cosas?

Ya no es solo una reacción homofóbica por parte de la sociedad, sino, como digo, una negación desconcertante a hablar de ello o a considerar necesario que se extienda en noticias, películas o novelas.

Si son mujeres, ya es otra cosa.

La sobreexposición de la mujer es una constante en nuestra cultura. Las novelas normalizan que sean víctimas, aunque casi nunca tanto como las series, porque a veces logran profundizar en la vida de esas personas, en cómo afecta a los policías o en las familias.

Pero en general lo que se busca es mostrarnos los rituales de los asesinos, ver cómo viste a su víctima o cómo le quita la ropa. Se sexualiza y fetichiza la muerte. No sería tanto problema si no estuviéramos tan acostumbrados que nos falta la empatía. 

Al final el caso es que las mujeres de la televisión o los libros casi siempre acaban muertas, sacrificadas a estos monstruos a los que hay que detener. Por el contrario, los hombres tienden a sobrevivir porque tienen más agencia. Da igual lo mal que acaben, se les deja ganar.

Y, cuando la víctima sobrevive, se da también una clara diferencia. Las mujeres se vienen abajo, lloran, necesitan abrazos y consuelo (como es normal). ¿Los hombres? Los hombres son de acero y si lloran con una palmada en la espalda es suficiente. La cámara se retira y les da más intimidad. E incluso si no lo hace, es una mujer oficial la que ayuda y consuela, no un policía hombre porque por favor. Las prioridades. 

Hay otro tema que me preocupa y es la deshumanización de las prostitutas. Happy Valley me ayudó a confirmar esta realidad. En esta serie hay una pelea entre tres policías (mujeres) por cómo se ha dejado de lado a una chica violada y maltratada solo porque era prostituta. No solo eso sino que el público sabía quién era, porque se la presentó con antelación, se la humanizó y mostró como una muchacha joven, con mala suerte, que tiene hambre, miedo y es buena chica. No era solo un cuerpo que encontrar en la calle. Hasta se critica cómo hablan los hombres que se quitan el condón o que no tienen dinero y pagarán «después». Es decir, nos obligan a empatizar, a ver la situación con su punto de vista y la protagonista de la serie grita a las mujeres que se atrevieron a pasar de ella porque era una prostituta. Y a las prostitutas, ya sabéis, no se las viola. Para eso están, ¿no?

La mayoría de las series no muestran demasiado a las prostitutas mientras que las familias corrientes sí tienen sus segundos de intimidad y presentación. Las prostitutas son víctimas de alto riesgo: si alguien va a morir en la calle, casi sin duda será una de ellas. La deshumanización que la policía somete a niños en El Alienista no es más que un reflejo de cómo se trata a las prostitutas en novelas, series y películas. Aparecen como adornos, siempre en fiestas, en la calle, como cadáveres… Pero no son personas. Son…

Víctimas. 

Si fueran prostitutos, simplemente serían borrados, eso es cierto. Ninguna de las dos opciones extremas es aceptable.

El mundo es asqueroso, se nos bombardea de información terrible y la mayor parte del tiempo no nos damos cuenta aunque una vocecita nos diga débilmente que algo no está bien. Así que la próxima vez que nos sentemos a ver una serie, una película o un libro, y veamos o nos describan un cuerpo femenino, mutilado y desconocido…

Estaría bien preguntarse por qué pasa otra vez y por qué lo aceptamos sin más.



12 comentarios:

  1. (Una mañana cualquiera, mientras realizaba el típico ritual matutino, preparándome para el día que está por venir, me asomé por curiosidad a la entrada de la Mazmorra, deseando encontrar una nueva víctima [nunca mejor dicho xD]; otra pieza elemental de esta sociedad de mierda esperando a ser despedazada de manera inmisericorde. ¡No pude reprimir una pequeña exclamación de alegría al encontrar que así era! De esta forma, dejé todo lo que tenía entre manos y me dispuse a desmontarme de nuevo leyendo con voracidad)

    Como tú misma comentas en el artículo, esta situación de sobrevictimización ya me había hecho poner los ojos en blanco en más de una ocasión. Me aburrí de las series policíacas porque todas parecían seguir los mismos esquemas: las prostitutas descuartizadas, el pan nuestro de cada día; el poli duro que lidera el equipo; la chica del equipo que está ahí para “ser" una chica, los “cerebritos" del laboratorio... Por favor, ¿a quién no le parece trilladísima la escena tan recurrente del género de terror de la chica tonta corriendo medio desnuda por el bosque para acabar tropezando con una rama y torciéndose el tobillo, quedando a merced del poderoso y temible asesino, a quien solamente puede suplicar que le perdone la vida (en vano)?

    A riesgo de sonar a conspiranoico, en todo esto hay más de lo que pueda parecer a simple y vista. Son fantasías de poder. Como el Lobo Feroz que acecha a la inocente Caperucita por el bosque, el hombre siempre se ha visto identificado con el rol de Cazador. Así pues, la mujer no puede ser otra cosa más que su Presa.

    Si aceptas recomendaciones, yo te sugeriría que leyeses Déjame Entrar, de John Ajvide Lindqvist. La novela es de vampiros, pero le da a todo un giro bastante interesante. La leí hace un tiempo, pero recuerdo que me encantó. Ahora bien, me resulta curioso que tanto la peli original como la versión americana (porque siempre tiene que haber una versión americana de TODO) eliminase ciertas... partes (no quiero entrar en spoilers).

    En cualquier caso, muchas gracias por regalarnos otro estupendo artículo.

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    1. ¡Sí que eres rápido! Y yo muy lenta por responder tarde ay xD. No sabes la ilusión que me ha hecho leer la primera parte de tu comentario y pensar que puede resultar interesante ponerse a leer una chorrada como esta de buena mañana. Gracias por ser tan amable, y por valorar el artículo. Me alegra pensar que puede hacer un poquitín de destrucción, aunque ya veo que opinamos básicamente lo mismo.

      Y sí, desde luego que es una fantasía de poder. Es demaisaod fácil quedarse sentado mientras vemos algo y no criticar los roles ni plantearnos los motivos de su existencia. Puedes aceptarlos si van algo más allá o les tienes mucho cariño -por ejemplo, a pesar de todas mis quejas tengo bastante amor por el grupo de Mentes Criminales- pero es terriblemente cansino cuando no hay ninguna clase de variedad.

      ¡Gracias por la recomendación! Leí el libro hace años también y me encantó la revelación sobre la "niña". Creo que en la película original sí te dejaban ver de refilón una cicatriz, pero nunca se profundizaba en el tema y claro x_D. ¿Leíste el otro libro del autor? Me decepcionó bastante en comparación, aunque tenía sus cosas curiosas respecto al "fin del mundo".

      Muchas gracias por pasarte por la Mazmorra <3. Esta noche te responderé en Mistral, espero, ¡que ha sido toda una sorpresa saber que eras la misma persona! Mil gracias por leer 8D.

      ¡Un saludo!

      Atte. Rika~

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    2. (Soy Ben el Rápido)

      Je, je. Creo que si alguien debe dar las gracias, ese soy yo. Todo lo que escribes/escribís es muy interesante. ¡En serio! No son chorradas, en absoluto. Como ya dije en otra ocasión, yo he aprendido un montón leyendo vuestros artículos. Creo que ahora distingo mucho mejor esos “pequeños detalles" que no parecen gran cosa, pues ya los tenemos tan asimilados que parecen “naturales", pero que realmente dan a entender mucho más de lo aparente. Me asombra y me horroriza que algunos de esos detalles nunca me los hubiese llegado a plantear de no haber encontrado Libros y Mazmorras. Si hubiera llegado a publicar ese burdo intento de novela que pretendía escribir... bueno, con mucha suerte, lo mejor que podría haberle sucedido hubiera sido acabar siendo vapuleada aquí xD Si alguna vez me animase a volver a intentar escribir algo, sería muy distinto. ¡Por lo menos, me aseguraría de pasar el Test de Bechdel (y también de que todas las madres de ese mundo no hubieran fallecido y desaparecido de la existencia sin dejar rastro)!

      Pues por todo eso, no puedo dejar de darte las gracias. Ya he recomendado vuestro blog a todos mis conocid@s, por supuesto. No es mucho, pero espero que sirva para que os volváis aún más populares, porque realmente lo merecéis. A día de hoy, es de vuestras reseñas de las que más me fio (por ejemplo, El Nombre del Viento/El Temor de un Hombre Sabio, El Príncipe del Mal... Cada vez que alguien empieza a decir que son las mejores novelas que han leído nunca, vuestras reseñas me vienen a la mente y... creo que no necesito decir más xD).

      ¡Un saludo!

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  2. Mi duda es porqué no hay asesinos en serie que maten hombres heteros. Me refiero a que los ejemplos que has puesto son de asesinos homosexuales (homofobia y misoginia van de la mano) cuyas víctimas no cumplen el esterotipo patriarcal de HOMBRE de nuestra sociedad (o al menos es eso lo que yo he entendido). Que sí, alguno habrá, pero no es la norma.

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    1. ¡Hola Beatriz, gracias por pasarte por la Mazmorra!

      Haber, hay, pero no suelen ser el objetivo clave porque (por lo que he leído y NO soy una experta ni de lejos) los asesinos en serie no son gente guay que decide sus víctimas para organizarse la comida como Hannibal Lecter mientras da perfectamente sus clases en la universidad. Son hombres, en general (Ressler comenta que hay algunas mujeres, pero muy pocas) desplazados de la sociedad pero que quieren sentirse importantes dentro de ella (al menos cierto tipo de asesinos). La misoginia es la forma más fácil de externalizar su odio y, como dices, va de la mano con la homofobia. Los chicos gays de hace treinta años (insisto en que es un libro viejo, aunque se hayan actualizado cosas) no estaban igual de vigilados ni protegidos y eran víctimas de más alto riesgo. Con todo, he mencionado también que no solo se mata a gays, sino a hombres o jóvenes que se cruzaran por el camino. Gacy mató a chicos que tenía contratados en su empresa, a los que llamaba a su casa, emborrachaba y luego asfixiaba. Simplemente, si eres hombre es más fácil atraer a chicos jóvenes que rondan zonas gays para que se monten en tu coche y te acompañen a casa que pillar al líder del equipo de fútbol americano para que quiera ir contigo, señor desconocido. Aun así, hubo chicos que cayeron en trampas porque les ofrecían trabajo o simplemente porque los pillaban por la calle. Hubo un asesino, ahora no recuerdo bien, que perseguía a jóvenes mensajeros que iban en bicicleta y no creo que supiera si era o no gay.
      En general es cuestión de oportunidad o de mala suerte. Los asesinos desorganizados (los que no planean sus asesinatos y los que suelen estar más enfermos) matan a lo primero que se le cruce por delante si coincide con lo que les despierta odio u horror. Si es gay o hetero el asesino y, por ejemplo, ha sufrido el rechazo de una novia o un novio, busca a alguien parecido para matarlo y cumplir sus fantasías.
      Así que siento la confusión. En general es eso, no creo que los asesinos te elijan por tu sexualidad, sino que es por oportunidad y por medir fuerzas. Por eso normalmente se mata a mujeres, más débiles y con menos posibilidades de defenderse (además de que a casi todas nos enseñan a no pelear de vuelta) o a chicos jóvenes que no pueden prestar la misma resistencia que un hombre que juegue a baloncesto, sin importar si es gay o no.

      ¡Siento el tocho, y recuerda que esto es lo que he deducido leyendo, no es una opinión profesional ni de lejos y hablo desde la ignorancia!

      ¡Un saludo!

      Atte. Rika~

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  3. Soy Selenita, pero por alguna razón no me deja comentar con el perfil del blog (¿?). Sólo con una cuenta de google.

    Además de lo que ha dicho Beatriz, también entra aquí el tropo de "la mujer en la nevera". Está normalizado deshumanizar a las mujeres, así que se ve normal matarlas para mover la trama. Con hombres no porque, como bien dices, ellos si mueren es "como personas", o sea, de forma heroica y "masculina". A mucha gente simplemente no se le ocurre que los puedan poner como una víctima para mover la trama, porque los hombres son fuertes y se asume que las víctimas no o no serían víctimas.

    Es uno de esos casos en que el machismo perjudica a los hombres como carga del privilegio: como te obligamos a ser fuerte te negamos la debilidad, porque es una característica que le hemos adjudicado a las mujeres; si admitiera que los hombres también pueden ser débiles se le hunde el chiringuito, porque uno de los pilares en que justifica su supremacía es en que son fuertes.

    Y, claro, en las obras no se suele buscar incomodar porque eso no vende. Y a los hombres les incomoda que los llamen débiles y los usen de carnaza. Por eso se prefiere a víctimas mujeres. Más normalizado y "aceptable" en la mente de la mayoría.

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    1. ¡Hola Selenita! Qué cosa más rara :/ Creo que puede tener que ver con el cambio de condiciones de privacidad, porque algo he leído al entrar a la página... Siento, en cualquier caso, los problemas. Veré si se puede hacer algo D:

      ¡Gracias por pasarte por la Mazmorra! En temas de ocio, desde luego. La mujer en la nevera parece un lastre del que nunca vamos a librarnos y empieza a ser más que agotador. Y sí, es terrible que el machismo también hiera así a los chicos :/. El hermano de Green intentó ver El Alienista (la serie) y la dejó porque le hacía sentir "incómodo", lo cual fue bastante divertido. Ojalá más series así para que vean un poquito el otro punto de vista.

      ¡Gracias por comentar, Selenita! ¡Un saludo!

      Atte. Rika~

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  4. Llevo todo el fin de semana dándole vueltas a cómo organizar lo que quería decir de esta entrada porque GUAU, hay tantas cosas que comentar!!! La erotización de la violencia contra las mujeres, la identificación del hombre-víctima como hombre-fallido (sufrir violencia equivale a ser "menos hombre" y por ende te hace merecedor de más violencia, en lugar de apoyo), el tropo de la mujer en la nevera, que veo que ya lo han nombrado por aquí arriba... uf, tantas cosas. Pero voy a tener un mes complicado, con exámenes que poner y corregir, trámites legales que hacer y una mudanza por el medio, así que simplemente os digo, como siempre, gracias. Vuestro blog es una mina de oro.

    ¡Seguid así! Nos leemos.

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    1. ¡Hola MJ! Muchas gracias por pasarte a comentar aunque estás tan ocupada aaah <3. ¡Mucha suerte con todo!
      Bien resumes tú todo lo que yo no he dicho tal cual, en particular lo de cómo ser víctima es ser "menos hombre" <3. Me dan ganas de expandir el artículo y profundizar, pero al no conocer el género a fondo tampoco me sentía con fuerzas para ir más allá de la reflexión...

      ¡Muchas gracias, de verdad, y espero que todo te vaya bien este mes!

      ¡Un saludo!

      Atte. Rika~

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  5. Muy buen articulo! A mi me regalaron El Alienista hace un tiempo y de verdad que es un libro muy recomendable para los que gusten del genero y estén hartos de los clichés. También me gusto mucho El Perfume (la peli esta bien, pero el libro le da mil vueltas), aunque después de leer este articulo quede con la duda: es sexista o no? Quiero decir, el tipo mata solo mujeres para hacer su obra maestra, pero no por su aspecto físico o porque le interesen de algún otro modo (es decir, a grosso modo, no le interesan los seres humanos en general). Lo que si, debo reconocer que al establecer que solo las mujeres tienen una esencia útil para el perfume si seria machista, se da una excusa perfecta para que el tipo mate solo mujeres. ¿No había ni un solo hombre con una fragancia digna de formar parte "los ingredientes"?).

    En fin, saludos y que les vaya bien!

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    1. ¡Buenas don De Witt!

      Muchas gracias <3. Tengo muchas ganas de leer la continuación de El Alienista, a ver si no decepciona. Lamento decir que no he leído El Perfume ni visto la película... porque su argumento me echaba mucho hacia atrás. Desde luego, depende mucho de cómo se lleve la historia, cómo se trate a las mujeres y mil factores, pero de buenas a primeras el asesino (o, más bien, el escritor) evidentemente selecciona a las mujeres por un motivo, aunque diga que no le interesan los humanos. Diría que es sobre todo tu última parte del comentario. No había hombres porque a los lectores no les gustaría encontrarse "fetichizados" de esa forma.

      ¡Un saludo y muchísimas gracias por tu reflexión!

      Atte. Rika~

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  6. Excelente articulo, leyéndolo me acorde de un libro de una autora japonesa, el cual dado el tema te recomiendo mucho, se llama "serpientes y piercings" de Hitomi Kanehara, este libro nos hizo diferenciar a una amiga y a mi, ya que a pesar de lo corto que es los personajes son tan complejos que da para analizarlos, yo por ejemplo defendía la idea de que la chica protagonista fue una detonadora del asesinato de su novio, mientras que mi amiga defendía que ella era una victima mas en medio de un triangulo amoroso nada sano. En fin que te recomiendo mucho el libro esta en PDF y es bastante cortito

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